Perfil de México

Aumento a dádivas para ganar votos

Aumento a dádivas para ganar votos
Política
Septiembre 21, 2023 01:09 hrs.
Política ›
Armando Ríos Ruiz › tabloiderevista.com

532 vistas

La reacción del Presidente ante la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo, fue de inconformidad y de paso culpó a sus abogados, que deben ser muy maletas, por no haber tenido la idea de ampararlo de cinco cargos a los que tendrá que responder en Estados Unidos, acusado entre otros, de traficar desde México el mortal fentanilo.
Este lunes, el presunto capo negó estar involucrado en asuntos de narcotráfico en una corte de Chicago. Pero habrá de responder también ante tribunales de Nueva York y de Washington, en donde existen denuncias muy fuertes en su contra, por los mismos motivos por los que fue extraditado.
Pero la misma historia en México durante este sexenio lo desmienten. En 2019, se montó un operativo a plena luz del día, con la participación de miembros del Ejército y de otras corporaciones policíacas, para capturarlo en Culiacán, conocido como ’El Culiacanazo’. El objetivo se logró. No obstante, el mismo Presidente se responsabilizó de haber ordenado su liberación.
Entonces argumentó que lo hizo para evitar que gente inocente sufriera las consecuencias de un fallido intento efectuado con toda suerte de errores. Los ’expertos’ en ese entonces, no concibieron que dichas acciones se realizan en la noche o en la madrugada, precisamente para no comprometer a la ciudadanía que nada tiene que ver con esas suertes.
En aquella fecha, el lugar en donde se realizó la detención se llenó de gente armada que bajó de la sierra y de otros lugares, dispuesta a sostener un enfrentamiento con las fuerzas armadas. Inclusive pidieron refuerzos a similares en diferentes entidades. En Guerrero, se supo que enviarían un helicóptero armado hasta las hélices para impedir la aprehensión.
Estos hechos no se dan para evitar la captura de cualquier ciudadano común y corriente. Los delincuentes no hubieran mostrado jamás ninguna preocupación para evitar que el malhechor que vive en mi colonia sea detenido. El mismo Presidente no hubiera movido un dedo en tal sentido. Pero sí para ayudar a alguien con quien existe algún compromiso.
A principios de este año, el presunto narcotraficante fue recapturado nuevamente, se dijo, a instancias de las autoridades del vecino del norte. En esta ocasión ya no hubo oportunidad de que nuestro Presidente ordenara su liberación. La suerte estaba decidida desde el otro lado de la frontera y no dio oportunidad a que nadie se opusiera. Se trató de un hecho contundente, pues.
Ahora, nuestro gobernante dio en echar la culpa al momento político que vive el vecino, ya que tiene en puerta para el año entrante, la competencia por la Presidencia de la Unión Americana. Acusó que, en el contexto electoral en Estados Unidos, se usa al narcotráfico y el tema de la migración para señalar a México. Lo malo es que México da todos los motivos para este caso.
Ciertamente, los republicanos han recrudecido los ataques contra nuestro suelo por esos dos motivos. La cuestión es que también es verdad que padecen ambos males. La entrada de migrantes provenientes de Centro y Sudamérica es por una frontera de tres mil kilómetros que compartimos y la llegada de enervantes a ese país es por la misma razón.
Hablar allá de esos dos temas y comprometerse a resolverlos es un gran motivo para obtener votos. Trump cosechó aplausos y adhesiones gracias a culpar a México de todos sus males. Llamó a nuestros connacionales asesinos y violadores y eso le motivó vítores en muchos estados. Vino a México y regresó para reafirmar esos ataques. El resultado es conocido por todos.
Ahora, nuestro país colabora eficientemente con esos políticos que nuestro mandatario critica, cuando, en lugar de repartir abrazos a los delincuentes debería asumir la realidad y crear una estrategia de verdad, que persiga con inteligencia su proliferación. Claro. Se trata de un sueño. Todo mundo habla ya de un compromiso y de un entendimiento mutuo.
Pero aquí también fue un tema para abordarlo en una mañanera, para complacencia de quienes le creen por sobre todas las cosas. Continúa convertido en el santo o en la deidad que les reparte dinero cada dos meses y que promete un aumento para cuando vengan las elecciones mexicanas. Allá se usa a México y aquí un incremento a las dádivas.
ariosruiz@gmail.com

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.


Aumento a dádivas para ganar votos

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.