Epístolas Surianas
De Julio Ayala Carlos
PERSONALMENTE, SÍ, PERSONALMENTE, la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, supervisará la operación de los bares en el Puerto. El objetivo, para que funcionen dentro de la ley y bajo los ordenamientos de las normas establecidas por el Ayuntamiento que encabeza.
Con ello, obviamente, se reforzará la seguridad en los mismos, con el fin de garantizar la tranquilidad de quienes asistan a ellos. Más aún, se reitera que el funcionamiento de los bares en el puerto de Acapulco, es hasta las 3 de la mañana, máximo a las 4.
Hay que destacar, en primer término, la actitud de la alcaldesa de encabezar personalmente los recorridos en los que también se conoce como giros rojos. Y es destacable la actitud porque ningún presidente municipal de Acapulco, hasta ahora, al menos lo había pensado. Cierto es que para eso hay funcionarios en la administración que encabeza, pero qué mejor que lo haga ella misma para que, además, tome las medidas correctivas pertinentes.
No es nuevo, hay que decirlo, que los dueños de los bares en Acapulco hacen lo que se les da la gana, en complicidad con las autoridades competentes, y por eso, al no respetar las normas establecidas, ocurren hechos como el del ’Mr. Bar’, en el que murieron 5 personas y otras más resultaron heridas al ser atacadas a balazos. Precisamente por eso es que la edil, con todas las resistencias existentes, busca poner orden en este renglón.
Es indudable que gobernar Acapulco no es nada fácil. Dedicado al turismo en su 99 por ciento, y en el que una parte de su atractivo son los bares y centros de diversión, es difícil tener un control de los mismos, y en consecuencia, garantizar la seguridad de los turistas como de sus habitantes. Sin embargo, poco a poco, de manera paulatina, el gobierno municipal está haciendo su parte.
Y es que a la complejidad de la ciudad, se suman los vicios y las malas prácticas existentes, heredadas por los gobiernos anteriores, incluso en los cuerpos de seguridad que por ley tienen la responsabilidad de brindar seguridad a la población y a los turistas.
Por eso, sin duda, es plausible el que la propia alcaldesa recorra personalmente los bares del Puerto para constatar su funcionamiento, pero también, para supervisar su operación.
Ello, sin dejar de lado la acción del gobierno que encabeza en materia de prevención, en la eficiencia de los servicios públicos, y en la vigilancia de que, como en los bares, se observen los ordenamientos legales para garantizar la seguridad de los habitantes de Acapulco y los turistas que lo visitan.
Hay que decirlo. La seguridad es de todos, con todo y que las autoridades tienen la responsabilidad de garantizarla a la población. Por eso es que es perverso, y por supuesto mezquino, el que haya quienes aprovechando los hechos de violencia en el Puerto de Acapulco, como los que también ocurren en todo el estado, como parte de una problemática nacional, haya quienes, reitero, pretendan sacar raja política o los utilicen para saciar venganzas y fortalecer rencores.
Jijos! No entienden que sólo se exhiben, y además de mostrarse tal cual son, sacan a flor de piel sus intereses que tienen con presuntos delincuentes.
Y EN OTRO ASUNTO, NO MENOS importante, hay quienes creen, suponen y afirman, que Luis Walton Aburto, el dueño de Movimiento Ciudadano en Guerrero, del cual hasta hace unos días fue dirigente, será el candidato de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, a la gubernatura del estado.
Es decir, en el 2021, cuando se renovará el gobierno del estado, y además se elegirán diputados federales, diputados locales y presidentes municipales. Para algunos falta mucho, y para otros, pues ya es tiempo, y por eso que quienes lo ven como su gallo se alegran, y lo descalifican quienes no están de acuerdo que él sea su candidato.
Walton, ciertamente, no es militante de Morena, aunque desde años tiene una alianza con quien pone los candidatos en ese partido, es decir, el hoy Presidente Andrés Manuel. Sin embargo, también existen en Morena gente como la alcaldesa Adela Román Ocampo, quien hoy por hoy gobierna Acapulco.
También Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, el súperdelegado del gobierno federal en el estado, y quien por cierto demostró con el programa del fertilizante que tiene muy marcadas limitaciones, y también se encuentra el pro-Amlo Félix Salgado Macedonio, quien por desgracia parece que no tiene bien conectada la lengua con el cerebro.
En fin, veremos y comentaremos, diría el maestro columnista.
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