¿Cuánto debemos a EU?

La deuda de nuestro país con Estados Unidos debe ser demasiado alta. Se nota además, que ya cobraron alguna parte de la misma, en algún momento de las continuas visitas de los funcionarios de Biden a la oficina del presidente López, de donde luego aparecen sonrientes y nuestro mandatario, diciendo siempre que se establecieron lazos de cooperación mutua para continuar la amistad durante todo su ejercicio, porque la relación entre ambos países es muy buena.

Como nunca, su oficina se ha visto asediada por funcionarios de diferentes ocupaciones del gabinete limítrofe, situación que hace suponer que las cosas en México están demasiado mal o que están tan peores, que han afectado la vecindad, amenazada por muchos males que, igual que los migrantes, viajan a la Unión Americana para causarle algún tipo de daño y además, miedo.
Uno de los cobros impuestos por Estados Unidos y aceptado por México, es que hayamos concedido recibir nada menos que a 30 mil migrantes cada mes, provenientes de Centroamérica principalmente. Aun cuando nuestra capacidad para darles una atención medianamente buena, no existe.

Situación parecida vivimos cuando gobernaba Trump, quien, ya fuera de la Presidencia, se ufanó de haber ’doblado’ a México sin que le costara un centavo. Sólo con amenazar que impondría un arancel de cinco por ciento a todos los productos que importara de México. Esto, a pesar de confesar que nuestro mandatario le caía muy bien.

Su amenaza le permitió conseguir la muralla que prometiera en campaña, pero conformada con efectivos mexicanos.
La migración ha crecido desproporcionadamente y se ha convertido en una ola humana, en la que convergen personas de toda clase. Desde las que buenamente buscan una nueva forma de vida que les permita subsanar las necesidades más apremiantes, de las que carecen en sus tierras originarias, hasta los delincuentes que se suman a las nutridas caravanas, porque sus gobernantes decidieron perseguirlos hasta el exterminio. Verbigracia: El Salvador.
Desde hace muchos años, se ha conocido que los centros de Migración se habían convertido en nidos de corrupción, por estar lejos de la vista de los que de todos modos mal gobiernan. Hoy, también se sabe que esas maldiciones han aumentado severamente y que los centros migratorios se convirtieron en centros de detención, en donde los migrantes pasan algunas horas para no arreglar nada.
El trato que reciben es inhumano. Duermen en colchones muy delgados, tirados al azar en cualquier parte, cuando hay. Comen alimentos de pésima calidad y a veces tampoco y, en suma, son tratados como mandan los funcionarios corruptos, quienes primero se aseguran de que lleven alguna cantidad de dinero y enseguida les dan una atención que desde luego, es la ínfima.
El martes, un grupo de migrantes que se encontraba en el Centro de Detención de Ciudad Juárez, quemaron colchones en protesta porque supieron que los iban a deportar. Se produjo un incendio que calcinó a 39 personas, hasta donde hoy se sabe y comenzó el reparto de culpas entre los funcionarios que como siempre, fueron omisos. Aunque también como siempre, no lo acepten.
Otros empleados de esta ’cárcel’ se percataron de los hechos y lejos de abrir la puerta a los atrapados, simplemente se fueron del lugar.
Pero aquí también cabe preguntar: ¿por qué el gobierno de México tiene que cargar con toda la responsabilidad? Los migrantes van de paso a Estados Unidos. No a quedarse aquí.

En el otro lado, el gobierno enfrenta un severo problema por esa causa y sin embargo, no comparte los aprietos que esta origina.
Al contrario, descarga en México una obligación que por lo menos, debería ser compartida. Máxime que no contamos con los recursos necesarios para dar cauce medianamente satisfactorio a semejante conflicto.
Por si fuera poco, nuestro mandatario tuvo a bien recortar el presupuesto para este importante sector en 23 por ciento, por razones de austeridad. Ahora tiene que cargar con este asunto absolutamente solo. ¿Cuánto debemos a EU?
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