De los hombres y las mujeres ilustres

Debemos aprovechar el comentario del colega y abogado Jorge Herrera Valenzuela, para sugerir en honor de ellas también, la Rotonda de los hombres y mujeres ilustres.
Y para que nadie se sienta omitido, tomar en cuenta a quien se califique como ella o a quien se sienta como él.
Sería injusto no publicar dos comentarios sobre Los Niños. Ambos, muy respetables y, por el tiempo transcurrido, razonables.
Pero antes compartimos R Á F A G A, Tres Mujeres, Tres Historias.
A 70 años de la primera embajadora y a 100 de la primera diputada.
De ninguna manera se trata de una telenovela, menos de una novela dramática y por supuesto no es guion de una obra teatral.
El comentario de este primer miércoles de marzo, Miércoles de Ceniza para los católicos, tiene las referencias de lo que tres mexicanas están viviendo en sus respectivas áreas de trabajo.
El trío está inmerso en los campos diplomático, legislativo y periodístico.
Es interesante lo que cada una de las tres damas afronta y confrontan.
El carácter de cada una, su preparación, experiencia y cumplimiento de sus deseos, el accionar de su pensamiento, reflejan como la mujer tiene suficientemente ganado su lugar en actividades, oficios o profesiones que antes desempeñaban nada más los hombres.
Están en las mismas condiciones que los hombres.
Cada quien es responsable de su triunfo o de su fracaso. Lo primero repercute en el país, lo segundo queda en la persona.
Elvia Y Amalia, Pioneras
En noviembre de este pandémico año se cumplirán 100 años de que a contra corriente, del machismo político o de los políticos machistas, en noviembre de 1923 hubo elecciones para diputadas locales y la primera fue la yucateca Elvia Carrillo Puerto.
El presidente Adolfo Ruiz Cortines nombró, en 1953, a la primera embajadora, la tamaulipeca Amalia González Caballero, quien fue la primera mujer en un gabinete presidencial, el licenciado Adolfo López Mateos, la designó Subsecretaria de Educación Pública.
Embajadora expone su vida
El desempeño de una profesión, que exige una preparación en la especialidad elegida, el dominio práctico y cultura general.
Otros factores influirán en el desarrollo del trabajo, entre esos se cuenta el conducirse siempre con amabilidad, sencillez y oportunidad ante las personas, es importante este detalle y no actuar aplicando criterios equivocados, muchas de las veces ordenados por el jefe inmediato.
Debemos, siempre, resolver sin presiones.
Pensaría que lo menos expuesto es el ejercicio diplomático. Desde el más modesto empleado hasta el o la titular de la Embajada, sigo creyendo, no tienen motivo para estresarse.
Conocer y cumplir con el protocolo, es fundamental y rigorista como en la disciplina militar. El mismo jefe de la misión acreditada ante un gobierno extranjero, debe ser extremadamente cuidadoso y aplicar su criterio sustentado en los lineamientos de la política exterior.
Bien, pues hoy está en medio de bombardeos una diplomática de fuerte carácter demostrado al proceder con ecuanimidad, actuando con la cabeza fría, manteniendo la comunicación con el titular de la SRE.
Dejó su despacho oficial, porque está cerca de los blancos atacados por los militares rusos. Informó que despacharía en la residencia.
Desde ahí, en donde vive, ha coordinado la salvaguarda de las familias mexicanas que estaban en Kiev, capital de Ucrania, y de otras poblaciones. Aseguró los medios de traslado, en evacuación segura, hacia países colindantes, Polonia y Rumania, entre otros.
Ella es la licenciada en Derecho Olga Beatriz García Guillén, que hace 61 años nació en Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, y comenzó en el Servicio Exterior Mexicano en 1992.
Durante 30 años ha laborado en diferentes áreas de Relaciones Exteriores, así como en las embajadas de España, Francia, Cuba, China y Polonia, lo que le capacitó para alcanzar el anhelado cargo de embajadora.
Olga Beatriz destacó desde su vida estudiantil; recibió la Medalla Gabino Barreda por ser la mejor estudiante de su generación y otra distinción se la otorgó la SRE al cumplir 25 años de servicios.
Fue director general de Servicios Consulares y ha sido asesora de tesis de varias generaciones del Instituto Matías Romero, ambos cargos en la mencionada secretaría y en la Facultad de Derecho, UNAM, maestra de Derecho Internacional.
Deben considerarla, desde ahora, como La Mujer del Año 2022.
Lilly quiere ser presidenta
Nueva polémica en torno a la sonorense que saltó de los medios informativos a la política y debutó triunfadora junto con el hoy gobernador Alfonso Durazo Montaño, ocupando un escaño en el Senado de la República. Ella contó con el apoyo de Morena, renunciando a ese partido, el 14 de abril de 2020 y actualmente está en la bancada del Partido Acción Nacional.
La reportera y exconductora de noticieros televisivos, ahora ha manifestado sus aspiraciones para ser candidata presidencial, para la contienda en el 2024. Usted la tiene perfectamente identificada.
Sí, comento en torno a Lilly Téllez, cuyo nombre completo es María Lilly del Carmen Téllez García. Originaria de Hermosillo, Sonora. El próximo 14 de noviembre cumplirá 55 años.
El ingenio y el sarcasmo del mexicano apuntó que ’ya se integró el quinteto’ y ’no precisamente de la muerte’. ¿Por qué? Sencillamente, porque Lilly quiere aparecer en las boletas electorales junto otros posibles candidatos: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Ricardo Anaya. No incluyeron al titular de la Secretaría de Gobernación.
Además de los que sean postulados por otros partidos.
Lilly Téllez provocó, se dijo en su momento, que el Presidente de México determinara no acudir a una sesión senatorial para evitar ser blanco de ataques por parte de la sonorense y sus seguidores.
El tabasqueño manifestó recientemente que él la apoyo y no imaginó que le respondiera negativamente.
Ante la amenaza de secuestrarle a su hijo, Lilly recibió el apoyo del secretario de Gobernación, quien la encaminó a las oficinas del subsecretario Alejandro Encinas que le aseguró, a la senadora, brindarle seguridad a ella y a su menor hijo.
Cordial abrazo don Jorge.
La escritora doña Norma Vázquez Alanís tiene razón al aseverar:
’Creo que actualmente no hay nada que aprender de los escuincles pues son bastante groseritos, berrinchudos y mal educados, tan tan como decía el extrañado Octavio Raziel García’.
Nos dio tanta risa. Que hasta se me saltaron las lágrimas. Como también con José Antonio Aspiros Villagómez que nos pregunta y responde, con verdadero entusiasmo:
’Estimado amigo:
¿Aprendamos de los niños?
¡Hasta cuándo me vengo a enterar!
Porque siempre supe que los niños aprenden de los mayores, y no al revés, pero con tus Nubes de este domingo me volteaste todo.
A mi edad ya no aprenderé nada ni de los niños ni de nadie, pero en mi infancia creo que ningún adulto aprendió algo de mí, más bien yo aprendí de mi abuelo-tutor y aun recuerdo -y a veces pongo en práctica- sus enseñanzas, a pesar de que ya no funcionan mucho porque eran del decimonónico Manual de Carreño: orden, disciplina, limpieza, puntualidad, respeto, cariño, honradez, etcétera.
Y como nunca conviví con otros niños salvo primos y hermanos, y eso no siempre, no resulté un escuincle travieso ni peleonero, más bien introvertido y hasta tímido ante los desconocidos, defectos que se me quedaron ya mayor.
¿Debo declararme culpable o inocente? Salud’.
Que lo decida la terrible corte, como en los tiempos de Tres Patines que gritaba: Venga la sentencia.
craveloygalindo@gmail.com