Amable lector: como el propósito de esta labor periodística es que usted tenga siempre presente, que es mejor prevenir que lamentar, no dejaremos de insistir en esa empresa. De ahí que le recordemos que, en primer lugar, es necesario mejorar y variar la comida diaria en base a una alimentación saludable, balanceada y libre de excesos en todos los aspectos. Pero, como sabemos, que solo comer bien no basta, también se debe tener presente que es necesario un poco de actividad física, como caminar por 30 minutos diario, por ejemplo, y todo aquello que nos permita movilidad y que redunde en beneficio de nuestra salud. Y aunque parezca difícil o imposible, amable lector, se debe tratar de vivir con tranquilidad y menos tensión o preocupaciones. Claro está que hay situaciones difíciles de superar, vencer u olvidar, pero, recuerde que se debe hacer todo lo posible para seguir adelante por el bien propio, de la familia y de todos. Desde luego que uno nunca sabe, ni sabrá, lo que otro sufre como para pedirle que mejore su calidad de vida, pero bien vale la pena intentarlo enfrentando la realidad con fortaleza y coraje para seguir viviendo con salud y en familia. No olvide que el objetivo primordial de todos ser humano es vivir con tranquilidad y salud...
Y no es que ahora deba ser así, por supuesto que no, sino que así debió, y debe seguir siendo por siempre. Sólo que ahora la diferencia, amable lector, está en que, tal como ya lo hemos comentado, los alimentos y el ritmo de trabajo son totalmente distintos, nada parecidos a los de otros tiempos, cuando todo era casi natural y no existía tanta presión en el ritmo de vida y de trabajo. Cosas de la modernidad, si se quiere, pero la salud, lamentablemente, no repara en esas necesidades del ’nuevo hombre’. Y es justamente en la población actual donde los problemas de salud se están presentando con mayor frecuencia. ¿Acaso, saber que México ocupa ahora, a nivel mundial, el ’primer lugar en obesidad infantil’, es un ’honroso, envidiable y saludable título’ que hay que festejar en grande? De ahí que, tal como lo señala el doctor Rubén Argüero, que para remediar en algo tantos males, los padres y los hijos de las nuevas generaciones deben aprender a adaptarse a las exigencias del mundo cambiante. Así, por ejemplo, desde el nacimiento, o antes si es posible, los niños deben contar con su historial clínico para diagnosticar, con certeza, cualquier eventualidad médica que se presente en cualquier época y en cualquier lugar. Esa sí que sería una verdadera garantía de prevención para evitar males mayores y complicaciones a futuro. El doctor Argüero Sánchez continúa respondiendo así al cuestionario de El IMPARCIAL:
9 -- ¿Qué hay de cierto que el vino tinto contribuye a la buena circulación sanguínea, y que incluso, ayuda al buen funcionamiento del corazón?
---Bueno, el vino tinto, a dosis moderada, una o dos copas al día, -copas regulares, no grandotas, bromeó-no va mal. Si usted ve, la población europea toma una cantidad moderada diariamente de vino y tiene una mejor calidad de vida. Pero que quede bien claro: vino no es igual a licores. Ahora, el vino tinto también mejora en cierto modo los triglicéridos.
10 -- En México, ¿cuáles son los alimentos que se consideran perjudiciales para la salud, en específico para el corazón, y cuáles los benéficos?
Bueno, el primer alimento perjudicial para la salud es la sal, o, mejor dicho, el abuso. Más de 10 gramos al día es muchísimo. De hecho, no se puede prohibir la sal en los alimentos. La sal va con las grasas. Así, por ejemplo, han satanizado al cerdo, y Alemania, que es el país que consume más carne de cerdo, no tiene tantos enfermos del corazón. Como los noruegos o los que viven en Alaska que consumen más grasas insaturadas y no tienen el colesterol elevado. Asimismo, satanizaron el aguacate, y ahora se sabe que el aguacate es de lo más valioso en la alimentación. El café tampoco es prohibitivo, una o dos tazas al día no es malo, lo mismo que el té, que tiene igual de cafeína. Es de observarse y recordar, agregó, que la alimentación del mexicano antiguo era muy buena, todo era natural: verduras, frutas, nopales, etc. Se alimentaban muy bien, recalcó.
Y para avalar y ratificar lo antes señalado, amable lector, le presentamos los datos que la UNICEF México, da a conocer con respecto a la desnutrición en nuestro país. Según este organismo dependiente de la ONU, la desnutrición afecta significativamente a la región sur del país, y la obesidad, que lo hace en el norte, se extiende a lo largo de todo el territorio nacional, poniendo de manifiesto la necesidad de aumentar los esfuerzos en promover una dieta saludable y equilibrada en todos los grupos de edad sobre todo en los menores y adolescentes. A pesar de los avances en materia de nutrición infantil, aclara, las cifras siguen siendo alarmantes. En el grupo de edad de cinco a 14 años, por ejemplo, la desnutrición crónica es de 7,25 por ciento en las poblaciones urbanas y la cifra se duplica en las rurales. El riesgo de que un niño de población marginada se muera por diarrea, desnutrición o anemia, es hasta tres veces mayor que el de una zona no marginada. El otro cuadro de los problemas de nutrición lo constituye la obesidad infantil, que ha ido en aumento de forma alarmante en los últimos años. Actualmente México, confirma la UNICEF, ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos. Precedido solo por los Estados Unidos, problema que está presente no solo en la infancia y la adolescencia, sino también en edad preescolar.
La principal causa de la aparición de la obesidad, de acuerdo a la UNICEF, son los malos hábitos en la alimentación, que a largo plazo termina generando sobrepeso de hasta 70 por ciento en edad adulta. Y con el tiempo, la obesidad favorece la aparición de enfermedades como diabetes, niveles altos de colesterol, infartos o insuficiencia renal entre otros. La diabetes es, actualmente, el mayor problema médico al que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud. Es la principal causa de muerte en adultos; la primera demanda de atención médica y las enfermedades que generan mayores gastos en las instituciones públicas de salud. Continuará…
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