Es decir, se puede tener dinero porque nos saquemos la lotería o ganemos en una apuesta o en un casino, pero no se puede tener cultura, educación o arte, sin educación, investigación y creación. Y allí está una de las formas que todo Estado-nación debe atender y resolver: el desarrollo de una buena y amplia base científica y tecnológica.
Ahora bien, ¿ello lo podemos medir? Sí, una forma son las patentes. Si una investigación científica e innovación tecnológica no acaba en patente, no significa que no sirva o bien, que sea tiempo perdido, pero sí significa que nuestras investigaciones no están siendo promotores del desarrollo nacional, luego entonces nuestro desarrollo social y económico se está logrando por otros medios. Por ejemplo, en Mx, por la mano de obra barata y su tránsito migratorio hacia EEUU y Canadá, que propician un intenso recibimiento de divisas vía los envíos de dólares que hacen nuestros trabajadores migrantes (la otra son los corporativos delictivos de México).
El enorme peso de las remesas en la economía de México nos lleva a tener que analizar seriamente, con plena objetividad, qué están haciendo nuestras mentes más brillantes para contribuir directamente al desarrollo social y sostenible, porque al crecimiento económico contribuye y de forma determinante, la mano de obra barata.
En tanto haya la cantidad de ingresos de dólares por las y los trabajadores migrantes de México en EEUU y Canadá, por sus remesas, nuestra economía y desarrollo social está condenado a seguir siendo el patio trasero o delantero, pero patio al fin, de EEUU, Canadá, Europa y Asia.
¿Qué son las remesas? Las remesas comprenden las transferencias corrientes realizadas por los emigrantes de Mx, ya sea en dinero y/o en especie y hacen parte determinante de las transferencias corrientes registradas en la Balanza de Pagos de Mx. Según datos del Banco de México, Banxico, 95 % de las remesas que recibió el país en 2020 fueron de EEUU. Obviamente, en el 2021 no habrá varianza. Así es desde 1991, año que inició su repunte a tal magnitud que ya son determinantes de nuestro PIB y desde el 2014, son el primero o el segundo lugar de ingresos de dólares gringos al país. Desde 1995 en promedio, han ingresado mensualmente a México 1,500 millones de dólares gringos por concepto de remesas.
Ninguna industria o comercio lícito ingresa esa cantidad de dólares al país. Las remesas son tan, pero tan importantes para México, que solo en el 2020 ascendieron a más de 40.6 mil millones de dólares, ¿y eso qué? Bueno, comparemos con respecto a la Inversión Extranjera Directa (IED) de ese mismo año que fue de 30 mil millones de dólares, que si bien fue el año del inició de la pandemia, las remesas siguen llegando y siendo superiores a la IED, desde hace 20 años.
¿Y acaso eso no es bueno? Pues bien, la respuesta a la pregunta que sigue, nos dice por qué la investigación en Mx es ya una pesada carga: ¿Cuánto nos cuesta hacer ciencia y tecnología en Mx? Nada más en el año 2020 y sólo en recursos al CONACYT, sin contar los recursos para ese rubro a Universidades, nos costó 1.3 mil millones de dólares gringos y a cambio, recibimos por concepto de nuestras investigaciones 0.00001 mil millones de dólares gringos. Los datos son oficiales, tanto de los informes del CONACYT, de la SEP, de los informes de presidencia de la República, del INEGI, del Banco de México, Secretaría de Economía, etc., todas de México y cuadradas con las de distintos organismos internacionales y multinacionales.
Parafraseando al astronauta gringo, Jack Swigert "Ok, Houston, we’ve had a problem here" (Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí). Un problema de ya, 50 años.
