CFE: Enemigo público número 1

¡Jálalo que es pargo!

¡Jálalo que es pargo!
Política
Marzo 07, 2019 11:31 hrs.
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Redacción › codice21.com.mx

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La cuarta transformación que viene enarbolando el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuyo objetivo es -o debiera ser- que los mexicanos tengamos mejores condiciones de vida, tiene que pasar forzosamente por una revisión a fondo del servicio que presta la Comisión Federal de Electricidad, empresa paraestatal que se ha ganado a pulso el repudio de la gran mayoría de la población.

Siendo un servicio tan elemental, pues no solamente en las grandes urbes, sino hasta en las comunidades más apartadas no se puede concebir la vida sin el servicio de energía eléctrica, es impresionante la cantidad de quejas que acumula la llamada empresa de clase mundial, por los cobros excesivos que sin decir agua va aplica desde el más modesto consumidor hasta el más encumbrado empresario, pasando incluso por dependencias de gobierno u organismos públicos.

A tal grado ha llegado el nivel de inconformidad ciudadana, que incluso en la Procuraduría Federal del Consumidor desde hace mucho existe un módulo exclusivo para atender las quejas por cobros estratosféricos en contra de CFE, cuyos representantes son por lo general implacables en las negociaciones y no dejan más alternativa que pagar o pagar, además de que sin contemplaciones realizan cortes del servicio, provocando en el mejor de los casos incomodidad y en el peor, pérdidas cuantiosas.

Por ello es menester que dentro de las medidas que viene adoptando el gobierno federal, se considere revisar a fondo las políticas y reglas de operación de la paraestatal, de sus tarifas y la calidad del servicio que brinda a la población.

Más allá de populismos o medidas clientelares, una reducción a las tarifas de energía eléctrica vendría a ser no solamente un fuerte respiro a la economía de grandes, medianos y micro empresarios, prestadores de servicios, instituciones u organismos públicos, sino también un auténtico acto de justicia social para las clases más desprotegidas, esas que de pagar 150 a 200 pesos bimensuales, de repente les salen con recibos de hasta 20 mil, si no es que más, convirtiéndose la CFE en el enemigo público número uno del pueblo.

Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!

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