La técnica al servicio de la patria

Hace poco más de 40 años que ingresé al Instituto Politécnico Nacional (IPN), la segunda universidad pública más importante de México, y me enteré de su lema, "La Técnica al Servicio de la Patria", no lo entendí en toda su profundidad, aunque sí me identifiqué con ese pensamiento. Incluso, al egresar de su bachillerato (CECyTs o Vocacionales) y de la licenciatura (ingeniería) seguía sin entenderlo a cabalidad, aunque sí había una identidad total con ese pensamiento nacionalista y solidario. Es hasta ya en el ejercicio profesional, tanto en la iniciativa privada como en el servicio público, que empecé a entender qué significaba "La Técnica al Servicio de la Patria" y cobró claridad cuando empecé a entender qué era la inteligencia artificial y cuáles eran las razones de la deficiencia en nuestro sistema de salud. Así, logré visualizar la diferencia entre urgente e importante, entre niveles de prioridad y visiones egocéntricas, de interés grupal, ideológico, político o económico; entre competitividad y hedonismo conductual... Y así sucesivamente.

Y fue cuando llegué a la _inteligencia artificial_ (aprendizaje automático de las máquinas) y lo que algun@s investigador@s llamarían "minería de datos", que desde finales del siglo XX ya eran una realidad en varias áreas del conocimiento humano, que pude entender hacía dónde iba y hacía dónde debería de ir la inteligencia artificial. Y así, comprendí a cabalidad la profundidad del lema del IPN: "La Técnica al Servicio de la Patria".

Todos los días, desde hace más de seis décadas, crece el volumen de datos en el ciberespacio. Y desde la invasión de la Internet, a mediados de los años 1990s en nuestras vidas, cada vez que alguien captura sus datos de usuario en una computadora y siempre que se registra su actividad o se almacenan cookies en el ciberespacio (nube), se alimenta el potencial de la inteligencia artificial. Por ejemplo, los bancos y las grandes empresas utilizan sus bases de datos para analizar el comportamiento de sus usuarios, empleados y clientes, con el fin de predecir quién va a morir antes, quiénes van a dejar de pagar su hipoteca, quién se va a embarazar pronto, o quién va a dar click en una oferta y comprar en línea.

La inteligencia artificial y su aparición primigenia: el aprendizaje automático, se practica desde hace decadas (Hollywood ha dado cuenta de ello una y otra vez), y con buenos resultados en las ciencias sociales, la mercadotecnia, las finanzas, la milicia y las ciencias aplicadas. Increíblemente en medicina se empezó a utilizar mucho después. Al comentar al respecto un amigo del IPN me dijo: _"... normal, la ametralladora se inventó antes que la máquina de escribir..."._

En parte quizá se deba a razones culturales y filosóficas de nuestra especie por las que se asume que una computadora nunca será tan capaz como un médico humano, hombre o mujer; y por el rechazo (soberbia) de algunos médicos, hombres o mujeres, a sentirse cuestionados, supervisados o aconsejados por una máquina o por un ingeniero; o de plano a perder su fuente de empleo. Pero es imposible detener el pensamiento y la inventiva humana, así la era de las computadoras rápidamente dio paso a la inteligencia artificial, hasta que, incluso en las ciencias biológicas y la medicina genómica se usan ya métodos computacionales avanzados; mientras que los laboratoristas o médicos clínicos tienen que lidiar con bases de datos cada vez más grandes y complejas, recurriendo a métodos estadísticos tradicionales, pero al final acaban de todos modos, usando una computadora.

Y es que por sus complejas características e incertidumbre, la medicina es uno de los campos del conocimiento que más se puede beneficiar de una interacción con disciplinas relacionadas con la inteligencia artificial para fortalecer procesos como el diagnóstico clínico y realizar análisis predictivos acerca de los pacientes y su pronóstico, que resulten en un sistema de salud más eficiente y mejor utilización de recursos humanos, financieros y de equipamiento.

Seguiremos abundando en la aplicación de la inteligencia artificial para asistir en el diagnóstico clínico, entre muchas otras áreas específicas de la medicina.