Lectura política

Movilidad anticipada

Movilidad anticipada
Periodismo
Enero 13, 2020 18:25 hrs.
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Noé Mondragón Norato › guerrerohabla.com

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Mientras que en el PRI y en el Morena se agazapan y observan, en el PRD los actores políticos están desatados. Hay un punto que lo explica: si bien es cierto que el PRI era el objetivo principal a vencer en la pasada elección del 1 de julio de 2018, al final de cuentas fue justamente el partido del sol azteca el peor favorecido con el voto de los electores. De ahí se abre lo demás.
PRD: JUEGO DE VENCIDAS. – La redistribución del poder para la elección de 2021, es una realidad. Es decir, pese a que el Morena no cuente con un cuadro realmente competitivo para esa elección y que el efecto López Obrador ya esté desvanecido, PRI y PRD deben estar evaluando que diputaciones federales, locales y alcaldías ya no serán en su mayoría para ambos. Las lecturas son elocuentes: 1.- Los actores políticos tradicionales en el PRD están desatados. Desde el ex gobernador Ángel Aguirre, el ex edil de Acapulco, Evodio Velázquez, el aspirante destapado Carlos Reyes, y hasta el diputado local Bernardo Ortega. Todos asumen y coinciden en una sola dirección: con o sin alianzas partidistas, el PRD está listo para la competencia electoral. Aunque la única apuesta visible mostrada, sea el desgaste y la ausencia de un cuadro con perfil realmente ganador en el Morena. Y el necesario y obligado «desprendimiento» de las tribus guerrerenses, respecto de los chuchos de Nueva Izquierda que intentan controlar lo que queda del PRD en el plano nacional. 2.- El ex gobernador Ángel Aguirre asumió en la posada de la tribu Izquierda Progresista Guerrerense (IPG), apenas en diciembre pasado, que tenía el mayor número de afiliados. Dejó entrever que está por encima de Nueva Mayoría (NM) de Evodio Velázquez y de Movimiento Alternativo Social (MAS) de Bernardo Ortega. Y entonces el reparto de posiciones y candidaturas debía estar en correspondencia con esa fuerza. Presentes en ese evento, ni Evodio ni Bernardo lo rebatieron. Pero es claro que, al presentarse únicamente esos tres actores, unidos y de común acuerdo, la tribu Alternativa Democrática Guerrerense (ADG) aparece excluida de la negociación. Porque representa justamente, la mayor cercanía con los chuchos de Nueva Izquierda, la tribu que más daño le ha hecho al PRD y la alejó de AMLO. 3.- Si el ex gobernador Aguirre intenta ponerse al frente de la negociación perredista, con pasos rápidos lo intenta alcanzar el ex edil de Acapulco, Evodio Velázquez. En un santiamén, se quitó de encima las auditorias que pretendía endosarle la alcaldesa morenista de Acapulco, Adela Román Ocampo; suavizó y se acercó al gobernador Héctor Astudillo ─con quien encabezó el tradicional Paseo del Pendón en Chilpancingo, tras sostener en el pasado ríspidos debates mediáticos─; logró el reencuentro con el propio Aguirre Rivero, se puso adelante en las encuestas respecto de Carlos Reyes, su contrincante interno; e incrementó también, el número de afiliados para su tribu NM. De hecho, se está moviendo más que Bernardo Ortega y que los miembros de la tribu ADG. Lo cual podría medirse mediante el riguroso encarecimiento de la negociación. 4.- En el PRD basculan la situación. Y si van solos a la elección de gobernador de 2021, entonces van a intentar convertirse en receptáculos naturales del voto en contra del PRI. Y del inconforme con los nimios resultados entregados por el Morena, tanto en las diputaciones federales, en las locales donde son mayoría y han manejado los recursos económicos del Poder Legislativo con marcada opacidad, en la delegación federal de Pablo Amílcar Sandoval cuyo trabajo no se percibe, y en la alcaldía de Acapulco que ha transitado de la ausencia de resultados a la frivolidad de la alcaldesa Adela Román, al necesitar del comediante El Costeño para legitimarse. Por eso, las tribus perredistas se movilizan. Y ya no van a parar de aquí al 2021. Saben que el tiempo es su mejor aliado. Y las inercias de los otros partidos ─Morena y PRI─, que aparecen confiados y seguros. Pero en política todo puede pasar.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El bloqueo de la carretera federal Iguala-Cd. Altamirano volvió a confirmar por enésima ocasión, el dominio que algunos grupos armados mantienen sobre aquella región. Son territorios donde el gobierno estatal ya perdió el control. Y el gobierno federal también hace oídos sordos. ¿Habrá una solución donde impere la fuerza? ¿O tanto el gobierno estatal como el federal se verán forzados a negociar?

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