Postigo
José García Sánchez
En diciembre del año pasado, sorpresivamente, la reelección de Carlos Romero Deschamps fue avalada por el entonces secretario el Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, último secretario Gobernación del priismo.
Prácticamente en lo oscurito, el secretario del Trabajo mostró sus simpatías por un gremio sostenido por un sólo hombre, Carlos Romero Deschamps, quien autorizaba hasta los aumentos salariales y las solicitudes de vacaciones de los trabajadores en un control absoluto, apoyado por la entonces maquinaria del poder priista.
Romero Deschamps ha sido dos veces Senador de la República (1994-2000 y 2012-2018) y tres veces Diputado federal (1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003), claro por el PRI.
Dueño de su propio sindicato de la empresa más importante del país, de donde asegura el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, los anteriores administradores pudieron llevarse el 20 por ciento, le resto, el 80 por ciento todavía está viva y es trabajo de los empleados de esta empresa rescatar, incluso, lo que el equipo de Enrique Peña Nieto se embolsó.
Ahora surge Petromex, un sindicato independiente que dará la pelea a Carlos Romero Deschamps y al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, para darle oxígeno a la empresa petrolera que debe resurgir para acompañar el desarrollo de México.
Pitágoras Cruz Salaya es el líder de esta asociación gremial cuya asamblea consultiva se llevó a cabo en un salón del palacio Legislativo, donde se acordó que es un sano ejercicio democrático que la unanimidad acompañe la decisiones de todos los actos de ese gremio. De ahí que en palabras de Oscar Solórzano, vocero del nuevo sindicato, sea necesario regresarle a los trabajadores la acción democrática que le permita decidir sobre su dinero, su tiempo, y su propia vida.
Los objetivos del presidente Andrés Manuel López Obrador coinciden con las metas de esta nueva organización que deberá luchar por rescatar la equidad entre trabajadores y trabajadoras que estaban marginados delas decisiones y eran prácticamente robados por su líder. De ahí que tendrán un mecanismo de recaudación de cuotas independiente de la estructura sindical, que será la que determinará los montos de los préstamos de acuerdo con los salarios y niveles de los asalariados de la empresa.
El líder de Petromex, aseguró: Romero Deschamps ’va a tener que abandonar el puesto después de 25 años porque se va a quedar abandonado. No buscamos métodos que sigan llenando de rencor al trabajador, sino que despierte su conciencia para poder expresarse libremente sin temor a represalias’.
En este sentido la participación de gremios democráticos como parte de la sociedad organizada fortalece las bases sociales que todo gobierno necesita, sin necesidad de acarreos ni de amenazas de corporativismos, donde no se caiga en los viejos vicios de ordenar a los trabajadores hasta por quién deben votar en las elecciones.
Mientras la oposición se muestra dividida en el interior de los partidos, desde el PAN hasta Movimiento Ciudadano y su desmembramiento crece y amenaza con rupturas irreconciliables, la hegemonía de un partido alrededor de Andrés Manuel López Obrador, se fortalece.
En la constitución de Petromex las consignas no sólo mostraban rechazo a Deschamps o convocaban a la cohesión entre los trabajadores sino coreaban en nombre del Presidente, sin acarreos ni presiones.
La necesidad de contrapesos políticos y sociales es cada día más urgente pero esa prisa por conformarlos, pareciera perturbar la unidad de los partidos políticos que cada día se muestran más frágiles ante las diferencias internas que no han podido resolver.
