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Publico estos versos que forman parte de la interminable imaginación de nuestro terruño

Publico estos versos que forman parte de la interminable imaginación de nuestro terruño
Periodismo
Mayo 24, 2023 00:45 hrs.
Periodismo ›
Armando Ríos Ruiz › tabloiderevista.com

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Del hermoso e inigualable municipio de Tecpan.

Algunos pertenecen al ingenio imperecedero e inigualable de un hombre de San Luis de la Loma, que llevó el nombre de Rosendo Domínguez, mejor conocido por el mote de La Bulla.

En una ocasión nos encontramos en la Enramada o Ramada, para nuestro acervo, de uno de los hombres más conspicuos de Tecpan: de don Manuel Ramos, en Cayaquitos. Me veía con mucha insistencia y pensé: ’este cuate debe ser marica. No deja de mirarme.

Se acercó y como si acabara de leer mi mente, me dijo muy serio:
--No vayas a creer que soy puto. Lo que ocurre es que te pareces mucho a un cabrón de Tecpan al que le dicen el pueta.
Así, con ’U’. Yo lo conocí mancebo y aunque él es moreno claro, se parecen un montón.
Le contesté: ’efectivamente. A mi padre le dicen algunos el poeta, porque hace poemas y ha ganado algunos premios. Inclusive la Rosa de Oro, que le significó un pago por un premio nacional’. Le presumí y continúo con la presunción. Se trataba de una rosa de tamaño natural de 18 quilates.
Enseguida me dijo:
--Aquí ‘onde me ves, yo también soy pueta y me chingo a tu papa (sin acento, porque así se estila en todo el estado). Porque yo hago versos bien casaos y amancebaos.
--¿Y cuál es la diferencia? Pregunté curioso y divertido.
--Su nombre lo dice. Los bien casaos riman parejito. Los amancebaos nomás medio riman.
--¡ah canijo! Eso está interesante. A ver, échate uno de esos amancebaos…
--Ai te va… -Me contestó con solemnidad:
Me subí arriba de un palo
Pa’ ver si la divisaba.
Pero como no vide nada,
Yo dije: ¿Qué chingaos ‘toy haciendo aquí pues? Que me bajo.
Me reí tanto que le pedí otro amancebao.
--Ahí te va. Este lo escrebí hace una semana- . Adoptó pose de declamador, con la mano derecha en el pecho y comenzó:
Al pasar por tu ventana
Vide unas hojas tiradas.
A mí no me hacen pendejo.
¡Aquí comieron tamales…!

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