Recomendamos el libro


¡Sálvese quien pueda! De Andrés Oppenheimer.

Recomendamos el libro
Cultura
Enero 04, 2021 16:44 hrs.
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Arturo Saavedra › tabloiderevista.com

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Por la magnitud de su contenido, un servidor se dio a la tarea de hacer un pequeño análisis del mismo, relacionándolo con lo que nos está sucediendo hoy en día.

Espero les invite a adquirirlo para que lo disfruten a profundidad.
Estaré publicando algunos de los datos que revela el libro posteriormente; pues no es suficiente resumir 347 páginas en una sola publicación que no tiene la finalidad de aburrirnos, sino de adentrarnos en el tema.

’El hombre primitivo tardó decenas de miles de años en propagar por el mundo adelantos tecnológicos como el fuego y la rueda.

Eso permitió qué, con el tiempo, se crearan nuevas aplicaciones y trabajos para estas tecnologías’. Sin embargo; ’mientras que en el siglo XVIII la humanidad tardó 119 años en esparcir las máquinas de tejer fuera de Europa, en el siglo XXI WhatsApp, logró en sus primeros 6 años de vida 700 millones de seguidores, lo mismo que el cristianismo durante sus primeros 19 siglos’.

Ésta es una de las partes del libro que cautivó mi atención a partir de que se mostró frente a mí en una librería, desde entonces no he podido parar de leerlo una y otra vez; y es que, reamente resulta asombroso el cómo lo que el autor profetiza se está volviendo una realidad. Si bien el autor señala que los cambios que predice se efectuarían dentro de 15 a 20 años, con la situación que estamos viviendo en nuestros días, dichos cambios me atrevo a decir que se estarán llevando a cabo en el transcurso de 6 meses o más, probablemente un año.

Telemarketers, vendedores de seguros, auditores de cuentas, agentes aduaneros, administradores, financieros, bibliotecarios, analistas de todo tipo (crédito, administrativos, oficinistas) agentes de todo tipo (bienes raíces, viajes, ventas), cajeros, camareros, cocineros, taxistas, guías de turismo, técnicos de toda clase (dentales, contables, legales, farmacéuticos, etc.) entre otros, serán sustituidos en un corto tiempo por máquinas, mucho más rápido de lo que esperábamos.

En fin, por el momento cualquier tarea rutinaria que no requiere de un nivel mayor de complejidad podrá ser desplazada; ’es muy fácil, si tu trabajo puede explicarse fácilmente, puede automatizarse, sino, no’. El libro básicamente nos cuestiona: ¿qué deberíamos hacer nosotros para prepararnos para el tsunami de automatización laboral que se viene, en mayor o menor medida, en todo el mundo? Cuestionamiento que responde en términos generales con la afirmación que sigue: ’los trabajos que sobrevivirán son los difíciles de explicar’.
La gente con altos niveles de habilidades o estudios estará bien equipada para moverse hacia los nuevos trabajos que surjan en los próximos años, mientras que los que están menos capacitados serán los que corren más riesgo de ser reemplazados por completo.

Habilidades como la creatividad, la originalidad, la inteligencia social y emocional serán mucho mejor valuadas para sobrevivir (de imponerse la realidad que estamos viviendo con el COVID-19) o vivir bien (de regresar a la ’cotidianeidad’); más que títulos universitarios de cualquier prestigiosa escuela (salvo aquellas carreras relacionadas con la tecnología). Valdría la pena señalar que el conocimiento autodidacta, la intermediación en el comercio electrónico, el manejo de redes sociales, el diseño y uso adecuado de aplicaciones móviles bien pueden ser alternativas ante la situación presente de automatización del trabajo humano a niveles nunca vistos.

Lo que llama la atención aquí y que tiene el objetivo de ponernos a tomar acción inmediata es la velocidad con la que éstos cambios están sucediendo con la llegada de nuestro inesperado e incómodo amigo Coronavirus que llegó para quedarse y cuyas consecuencias aún son desconocidas pero que; si pensamos un poco, lograremos visualizar. Ejemplo de ello, es que cada vez más clientes de la industria restaurantera prefieren hacer sus pedidos a través de sus dispositivos electrónicos, pues ¿para qué tener contacto personal (distanciamiento social) o esperar al mesero, 10 minutos a que los atienda si pueden ordenar su pedido y pagar directamente? O ¿para qué el formarse en la fila de un banco y correr riesgos si se puede transferir el dinero y realizar trámites bancarios vía electrónica?

Inclusive, ¿para qué el usar dinero en efectivo si existe el riesgo de contagio de virus (como el actual) cuando se podría usar dispositivos electrónicos que podrían ir más allá del plástico y contener más información de la que actualmente ya tienen?

O ¿para qué ir al médico y correr riesgos de contagio de virus (para paciente, doctor y personal de asistencia médica) si por medio de una App se puede ser monitoreado y se puede a su vez comprar directamente cualquier medicina recetada virtualmente? Aquí vale la pena preguntarse: ¿Cuántos despidos masivos en ola vienen en camino una vez que todo el ’arreglado caos’ que estamos viviendo paulatinamente ’termine’?

¿Cuáles serán las industrias que soportarán la crisis, cuáles morirán y cuáles se renovarán, así como cuáles nacerán como resultado del nuevo experimento (intencional o no) que estamos viviendo? Quizá la transformación que nos tocó vivir y que ya es una realidad tenga consecuencias positivas; sin embargo, seremos capaces de adaptarnos a los cambios presentes de una manera equitativa y democrática o se acentuarán aún más las diferencias que ya desde el Siglo XIX se advertían en el Manifiesto Comunista: ’las clases medias, antiguas e insignificantes, los industriales sin importancia, tenderos y rentistas, los artesanos y campesinos (aquí agregaría a los miles y miles de oficinistas (esperemos que no) que pese a su dedicación, instrucción y esfuerzo serán sustituidos, muchos bajo el pretexto de la situación que actualmente estamos viviendo), terminan engrosando las filas del proletariado, a veces por no poseer el capital necesario para lograr grandes planes industriales y caen en la competencia contra los capitalistas y, otras veces porque su habilidad técnica es desfavorecida debido a los nuevos métodos de producción. Así el proletariado se nutre de gente de todas las categorías de la población’.

La acción inmediata es la de prepararnos más, profundizar en nuestros campos de estudio y trabajo, utilizar de mejor manera las redes sociales, tomar cursos de actualización digital, compartir nuestro conocimiento en las diversas plataformas existentes, entre otras, pues como bien nos dijo Miguel de Unamuno esto se trata de ’renovarse o morir’. Si no se entendiese la forma en la que planteo el tema, quisieras aportar algo, o tienes alguna recomendación en cuanto a la redacción u ortografía del presente texto, por favor no dudes en señalarlo para que lo pueda mejorar.

¡Gracias por tu tiempo! Igual que hace 15 días, les comparto mi humilde opinión acerca de uno de los temas que considero trascendentales a mi juicio como ciudadano, pues tarde o temprano nos termina afectando como sociedad. Espero puedan darse un pequeño espacio para leerla y hacerme llegar sus comentarios por aquí, a través en mi correo o bien, vía mi cuenta de Twitter.

La Frustración del Equilibrio. 2012-2018-El sexenio… ¿Del empleo? (Arturo Sánchez- 26 de noviembre de 2018) El día 3 de septiembre del año en curso, el todavía presidente en funciones Enrique Peña Nieto, con motivo de su sexto informe de gobierno presumió a través de su cuenta de Twitter que durante su Administración se han creado aproximadamente 4 millones de empleos, cifra que supera a cualquier Administración anterior a la suya.

Destacó también que, es gracias a la reforma laboral aprobada en 2012 que modificaba la Ley Federal del Trabajo y que posteriormente profundizaría los cambios laborales a nivel constitucional en 2017, que se han flexibilizado las condiciones laborales de contratación y de despido, lo que se ha traducido en un notable crecimiento de contrataciones según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Y es que el mencionado organismo descentralizado informó que al 31 de marzo de 2018 se tenían registrados ante el Instituto 19,786,997 de puestos de trabajo; de ellos, el 85% son permanentes y el 15% son eventuales.

En los últimos seis años estos porcentajes se han mantenido relativamente constantes y la creación de empleo ha sido de prácticamente 4 millones de puestos. Este aumento es 2.0 veces mayor que lo creado en el mismo periodo de la Administración ’del presidente del empleo’calderonista (1,714,365), e incluso es comparable con los empleos creados en los 12 años completos de las Administraciones panistas que antecedieron al gobierno de Peña (3,517,422). El informe del Instituto de igual manera señala que el aumento anual en el empleo fue impulsado por el sector agropecuario con un crecimiento de 8.9%, transportes y comunicaciones con 7.8% y construcción con 5.3%. e indica también que los estados de mayor incremento anual son Quintana Roo, Baja California Sur y Zacatecas con incrementos mayores a 7.0%(1). Como suele suceder, tanto los funcionarios de alto nivel como los miembros del partido en el poder y algunos trasnochados simpatizantes, siempre nos van a tratar de ’vender’ los logros del trabajo de la Administración en turno con bombo y platillo con la finalidad de obtener adeptos en las urnas y perpetuarse en las posiciones que les permiten continuar en el poder.

Sin embargo; como ciudadano ’de a pie’ me permito y espero usted estimado lector lo haga siempre, el hacer un par, solo un par de cuestionamientos: 1) El crecimiento del bono demográfico en México por sí mismo, ¿es menor, igual o mayor al número de empleos que se crearon durante la actual Administración? Es decir, ¿Es suficiente el número altas en las afiliaciones del IMSS de 2012 a 2018 en comparación con el número de personas económicamente activas? 2) ¿Los empleos creados en el actual sexenio, cumplen con las condiciones salariales y laborales mínimas no de ley, sino de calidad de vida para los trabajadores?

Respecto a la primera pregunta que me permito plantear, las cifras que presentó el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) actualizadas al 13 de noviembre de 2018 (2), indican que, a nivel anual, de 2012 a 2017 (2018 aún no termina, por lo que no hay cifras al cierre del último trimestre) el crecimiento del bono demográfico ha crecido a 4,503,793 personas, por lo que pareciera ser que el crecimiento en el número de afiliaciones durante el sexenio no ha sido suficiente en aproximadamente medio millón de plazas de trabajo (no es la cifra de la población en situación de desempleo, sino económicamente activa).

Por lo mencionado en el párrafo anterior me permito hacer una pregunta más, ¿no sería más honesto que nuestros ’queridos’ funcionarios además de presumir sus logros, también reconocieran la insuficiencia de los mismos logros? Bien circula en redes una frase de Warren Buffett que dicta: ’la honestidad es un regalo muy caro, no la esperes de gente barata’.

La respuesta a la pregunta número 2 que planteé desgraciadamente no es nada alentadora, puesto que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) alrededor del 50% de la población mexicana gana entre uno y tres salarios mínimos (3), ello equivale a ganar entre 2,220 y 6,661 pesos al mes. Únicamente, el 10% de los mexicanos tiene un ingreso mensual superior a los $12,000.00, sueldo que tampoco es suficiente para mantener un buen nivel de vida.

De nuevo planteo una pregunta basada en la información plasmada en el anterior parágrafo, ¿es suficiente el ganar de $2,220.00 a $6,600.00 al mes para tener un nivel de vida aceptable, digno y de calidad? La respuesta a todas luces es clara y por obvias razones omitiré su contestación. Por otro lado, en la teoría el artículo 123 Constitucional establece lo que se menciona a continuación: ’Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos’.

De la lectura de dicho precepto podemos desprender tanto de la teoría legal como de las presunciones de nuestras autoridades que, México es un país de primer mundo en el que el entorno laboral duro; ese en el que el poder adquisitivo no era suficiente, en donde el desempleo era evidente y las afiliaciones al IMSS eran insuficientes no existe más; México, para nuestro presidente es un país maravilloso, es el país de las maravillas; de sus maravillas, esas de las que pocos, realmente pocos se benefician. Quizás la aberración de nuestro ex ’brillantísimo’ secretario de hacienda Ernesto Cordero, al mencionar que con 6 mil pesos al mes es bastante para cubrir los gastos relacionados con una casa, un carro y hasta escuela privada sea necesaria para entender el pequeño mundo en el que viven éstas personas que pueden pagar por hacer contactos en ciertas escuelas y se pueden dar el lujo de perder el tiempo en ’grillas’ que no son de provecho para las mayorías; de ahí comprendemos su corta visión y podemos ver el por qué anuncian logros a medias, ocultando verdades que no viven y que realmente preocupa el que sean capaces de presumir dichos logros, puesto que si eso es lo que mediocremente presumen, no quiero ni pensar en lo que esconden.

En fin, profundizar en éste tema sería tan largo que no podríamos empezar nuestra semana a tiempo; ya habrá momento para platicar de éste y de muchos temas más en éstas fechas El presente documento únicamente expresa mi opinión personal respecto al título de la columna. Las cifras aquí plasmadas están documentadas en el pie de página.

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