Otra vez otra voz
José Arroyo Reyes
Ama a tu prójimo como a ti mismo: Yeshúa
Por supuesto que se siente bonito ver a una importante legión de militares uniformados de la Guardia Nacional (GN). Los integrantes de este destacamento en Taxco se alistan para entrar en acción y proteger la vida y los intereses de taxqueños y visitantes a la violencia, odio y rencor en las calles del municipio de Taxco y en todo México.
La estampa o imagen dada a la población en la bienvenida y presentación de unos 60 elementos militares, mujeres y hombres, es por supuesto son buenas intenciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador con acabar con esta inútil guerra entre mexicanos que parece no tener fin.
El presidente municipal Marcos Efrén Parra Gómez, en su discurso de bienvenida a Taxco de este batallón de milicias, le dijo a los taxqueños que a partir de este día ’la seguridad y la paz de Taxco está en manos de la GN’.
Creo que no es justo poner en manos de estos hombres y mujeres la paz de todo un pueblo o un país, cuando este problema bélico interno los venimos padeciendo siempre, de manera impresionante desde hace 18 años cuando entró el Presidente Fox al poder. En 18 años no ha existido poder civil, con toda la tropa y armas, que pueda detener esta aniquilación humana.
Este es un problema que ya ha rebasado los límites de la fuerza humana, pues no tan solo son culpables los agresores, sino también los actores políticos y los gobierno de los tres niveles y órdenes. Gran culpa la tenemos también nosotros los ciudadanos que nos dormimos en nuestros laureles y se nos olvida inculcarles valores reales y positivos de todo tipo a nuestros hijos e hijas.
El Presidente AMLO a convocados a toda la ciudadanía a que nos sumemos a resolver este problemón que a diario nos tiene con el Jesús en la boca y que el gobierno corrupto anterior nos ha heredero. Sin embargo, principalmente somos nosotros los padres de familia, los responsables en cambiar el futuro de nuestros hijos por las comodidades y la buena vida.
Me da tristeza aceptarlo y decidir que este problema de violencia entre pobres y ricos, güeritos y morenos, altos y bajitos; flaquitos y gorditos; hombres y mujeres; padres e hijos; políticos y religiosos, cuando menos no terminara en 10 años, y eso si todos ponemos nuestra parte.
En este meollo para alcanzar la paz y el bienestar, por supuesto que tenemos que dejar a un lado el odio y el rencor en la que estamos inmiscuidos la mayoría de los mexicanos, entre ellos principalmente los colores políticos, los gobernantes, las ambiciones empresarios y por supuesto ’las iglesias’ que nos tienen divididos.
Hay que escuchar la voz y mantener esperanza en el presidente en turno, nos guste o no nos guste, pues por el momento no hay otro camino que seguir. Pretender llevarle la contraria a la actual política de la T4 no nos conduciría a nada bueno y la situación de México estaría peor.
Hay que admitir que el tiempo de la ’vacas gordas’ ya se terminó; el que agarró agarró y el que no agarró se fregó. Hoy son tiempos de vacas flacas y hay que echarle ganas al arado para que en unos 10 años cuando menos, las nuevas generaciones puedan vivir más libres y en paz.
No alcanzo ver otra solución rápida al problema. Sólo hay que trabajar duro en nuestra profesión u oficio, cuidarse, portarse bien y sobre todo amar a nuestros hijos, no agredirlos y cuidarlos de los malos pensamientos y amistades, al igual que a las mujeres y también a los hombres, sobre todo a las gente mayor y a los más pobres; la violencia debe cesar ya entre unos contra otros…Bueno, eso es lo que opino.
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