Vivirá en Palacio Nacional

Nos informan que en la parte Este de Palacio Nacional, en donde antaño, muy antaño, eran las oficinas de la Procuraduría General de la República, quedarán los aposentos del virtual presidente y su familia. Es el área que da a Correo Mayor. El recinto oficial en donde despacha el Primer Mandatario no sufrirá, ni sus oficinas, cambio alguno o modificación. Vaya, tampoco afectará un ápice las demás áreas. Y luego de esta modesta información por supuesto que compartimos con don Mario A. Díaz el comentario que advierte un alivio para México, todo. Todo indica, nos dice, que no habrá marcha atrás, y que a partir de diciembre próximo, con el nuevo régimen sexenal, entrarán en funciones los 32 coordinadores estatales que habrán de vigilar que los recursos federales se apliquen al pie de la letra en cada entidad de la República Mexicana. Andrés Manuel López Obrador combatirá la corrupción, tal y como lo prometió en campaña, al vigilar muy de cerca a los gobernadores, como primer paso para enfrentar ese flagelo. Ni la postura del dirigente nacional del Pan, Damián Zepeda, ni el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, harán cambiar de opinión al próximo presidente de los mexicanos. Mientras el primero asegura que la designación de los coordinadores estatales representa una agresión al federalismo, el segundo, en cambio, afirma que se trata de una ’idiotez’. Y no le falta razón a López Obrador en pretender ’amarrar las manos’ a los mandatarios estatales, dado el brutal saqueo de las arcas a su cargo. Tan solo en Tamaulipas, explica don Mario, la corrupción desmedida y enriquecimiento inexplicable (o explicable, según el cristal con que se observe) está más que vista en los sexenios de Tomás Yarrington Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torres Cantú. Los dos primeros son huéspedes en sendos centros penitenciarios, mientras que al tercero lo ronda el fantasma de la justicia. Y qué decir de Javier y César Duarte. Roberto Borge, Rodrigo Medina, Guillermo Padres, Andrés Granier y Roberto Sandoval , por citar algunos casos de corrupción en grado superlativo. Licitaciones amañadas, programas de apoyo no aterrizados, constructoras favoritas, el diezmo son estrategias que los malos gobernantes utilizan para saquear los recursos públicos. De ahí que al término de cada sexenio surja una generosa comalada de nuevos ricos. A partir del primero de diciembre los coordinadores estatales vigilarán muy de cerca que el dinero de los contribuyentes se traduzca en obras y programas de beneficio social. Es decir, los mandatarios estatales ya no serán virreyes- de esos que hacen y deshacen- en sus respectivas entidades. Una corriente de opinión sugiere que los coordinadores estatales entrarán en franca competencia con los gobernadores y que en realidad se trata de operadores políticos, sin perfil técnico. También, que la medida lopezobradorcista representa una agresión al federalismo y a la autonomía local. No obstante, la reducción del gasto corriente y la sobrevigilancia a los mandatarios estatales son, entre otros, pilares estratégicos en la política de austeridad que implementará el gobierno morenista. En el mes de septiembre AMLO volverá a reunirse con los mandatarios estatales, para presentarles su política de austeridad. En Tamaulipas, la designación de José Ramón Gómez Leal como coordinador estatal, ha provocado una serie de comentarios y especulaciones derivados de la mala relación familiar que mantiene con su cuñado, del actual gobernador Francisco Javier García Cabeza De Vaca. Es de esperarse que la rivalidad de ambos no afecte la función pública y que, por el contrario, sumen esfuerzos en beneficio de los tamaulipecos. Tal parece que el tradicional dejar hacer, dejar pasar de los gobiernos federales a los estatales a cambio de apoyo político y a iniciativas dudosas ha llegado a su fin. A juzgar por lo que se ve, López Obrador pretende un cambio radical en el sistema político mexicano, en beneficio de la sociedad azteca. Será, insistimos, un alivio para México. craveloygalindo@gmail.com