Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
En anteriores colaboraciones he comentado acerca del significado de los monumentos y sobre si merecen ser considerados como un homenaje para personajes políticos y sociales. Para terminar con estas breves reflexiones debo mencionar la existencia de los antimonumentos, también llamados antimonumentas, como una inconformidad social, colocados para recordar un hecho reciente trágico o mantener el reclamo por justicia, donde los inconformes consideran que las autoridades no han respondido satisfactoriamente a sus demandas.
Los principales se ubican en la Ciudad de México, como una exigencia para que las autoridades respondan y solucionen sus demandas. De los más conocidos son el dedicado a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, consistente en un símbolo de más donde se integra el número 43; el de la Guardería ABC, para recordar a los 49 niños fallecidos en el incendio de una guardería en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009, donde fallecieron 49 niños y otros 106 resultaron heridos; consta de las letras A B C y sobre ellas el número 49.
El de David y Miguel, fue levantado ante el secuestro de ellos; consiste en forma de T dividida a la mitad para representar dos personas. El de Pasta de Conchos, ante el desastre minero en Coahuila, donde registrado el 19 de febrero de 2006; se integra con la cifra 65 y el signo más así como al interior de una canastilla metálica, se colocaron 63 cascos mineros junto a grandes pedazos de carbón, para simbolizar a los cuerpos que aún no han sido rescatados.
El antimonumento al movimiento de 1968 fue colocado el 2 de octubre de 2018 en la jardinera del Zócalo capitalino, en referencia a los 50 años de la represión; la Antimonumenta contra el feminicidio, colocado el el 8 de marzo de 2019 durante la marcha por el Día Internacional de la Mujer, para recordar que sigue sin haber justicia para las mujeres en México.
Existe dos dedicados a Samir Flores, uno en CDMX y otro en el estado de Morelos, para recordar la situación de riesgo y represión que viven los defensores de derechos humanos; el de los 72 migrantes masacrados en San Fernando, Tamaulipas.
En respuesta las autoridades se han propuesto instalar memoriales con el objetivo de conservar la memoria de un hecho, una persona o de un grupo de ellas, generalmente ya fallecidas. Entre otros se han propuesto crear por los fallecidos en el sismo de septiembre de 2017, uno en el Colegio Rébsamen y en la colonia Roma, al igual que en Pasta de Conchos.
Sean Antimonumentos o memoriales, estos monumentos buscan que los hechos por los cuales fueron creados, permanezcan en la memoria colectiva en búsqueda de justicia.