Ejercicio, Píldora Mágica vs diabetes

Balón Cuadrado

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Noviembre 30, 2017 21:56 hrs.
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Jesús Yañez Orozco › diarioalmomento.com

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--Eficaz medicina para 11.5 millones de personas

--Reduce entre 10 y 15 años la esperanza de vida

--Representa una real emergencia de salud pública

--Teme llegar a padecerla casi 85% de la población

José Luis Morales es uno de los 11.5 millones de diabéticos – es del tipo 1-- en México, país de 121 millones de habitantes. Tenía ocho años cuando supo que la padecía. En 1990 descubrió, pese a la enfermedad, su pasión por el deporte. Nunca imaginó que, tiempo después, como en un cuento de hadas, haría realidad su sueño de participar en una competencia global.

Enfrentó atletas de Australia, Brasil, Canadá, China, Islandia, Indonesia, Italia, Reino Unido, Malasia, Suecia y Estados Unidos en la carrera de Medtronic Global Champion 10 millas, edición 2017.

Aunque no aparece en las primeras planas de los diarios deportivos o espacios informativos radiofónicos, está consciente que practicar ejercicio, y llevar un entrenamiento constante, es un gran reto, que ha elevado sustancialmente su calidad de vida --que era poco halagüeña en su infancia-- de la mano de la tecnología.

Nació en 1972. Tiene 45 años. De los cuales lleva 27 en carreras de distancia. Es licenciado en informática. Único entre siete hermanos con carrera universitaria. Está casado y tiene dos hijos.

Ejemplo vivo de la cultura del esfuerzo, como se dice en México.

’Decidí empezar a correr porque era la única manera que tenía para controlar mi glucosa: haciendo ejercicio’, se ufana José Luis, en una aparente contradicción en sus palabras, recordando cómo inició esta aventura, pues muchos diabéticos temen practicar actividad física intensa.

Su historia lo convirtió en uno de los dos mexicanos que participó en una carrera Medtronic Global Champions –en la que participan personas con condiciones adversas de salud:

Enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer, dolor crónico, trastornos neurológicos, obesidad, desórdenes neurológicos, gastrointestinales y urológicos. Se inscriben sólo 20 corredores de diferentes partes del mundo.

Asumió el reto que mantiene a la fecha, esencia de su filosofía de vida:

’Quiero demostrar que la diabetes no es un impedimento’.

El presidente de México, seguro, no conoce José Luis Morales. Pero Enrique Peña Nieto se ufana, en público, de ser consumidor de Coca Cola Light, ’todos los días’.

Quizá ello explica, en parte, por qué México –principal comprador de refresco en el mundo-- es el país ganador de medalla de oro mundial en obesidad y sobrepeso –adulto e infantil, ésta que comparte con Estados Unidos—, detonantes de la amarga, pandémica, diabetes.

Por todos los rincones del país se miran hombres, mujeres, niños y ancianos con voluminosos estómagos, algunos con más de 50 kilos de sobrepeso, Coca Cola de tres litros en mano: chispa de la vida que mata.

Amén de la parafernalia de comida chatarra. Su ingesta se fomenta a través de la subliminal, eficaz, publicidad, televisión en particular. Sin que el gobierno ponga freno alguno.

Al contrario la fomenta, como el comentario del presidente Peña.

Hay la hipótesis que la enfermedad masiva de México comenzó con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Y que por eso, según Televisa --la televisora más importante del país--, que cita a la Federación Internacional de Diabetes, en un spot pagado, México tiene 11.5 millones de personas que la padecen. Y que reduce entre 10 y 15 años la esperanza de vida de quienes la sufren.

El futuro de la salud en México es más que descorazonador. Para combatir esta enfermedad, 85% de la población –de 121 millones de habitantes— piensa que podría tenerla –en un futuro mediato o inmediato-- debido a su estilo de vida: sedentarismo, consumo de comida chatarra, alcoholismo y tabaquismo.

En este país, el costo anual de la atención de la diabetes es de 3 mil 872 millones de dólares, unos 74 mil millones de pesos, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016. Que, multiplicado por cinco años, lo que va del actual sexenio, ascienden a cerca de 300 mil 700 millones de pesos.

El sector salud en México es una suerte de jarrón chino, como se dice popularmente: está de adorno y es costoso para el pueblo.

Paga, literal, por mal morir.

La enfermedad aqueja a alrededor de 246 millones de personas en todo el mundo.

La diabetes es una enfermedad crónica ocasionada por la incapacidad del páncreas para producir insulina en cantidades suficientes. O bien, por utilización ineficaz de la misma en el organismo. El efecto de esta enfermedad es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que con el tiempo puede poner en peligro a todos los órganos principales del cuerpo, señala la firma MSD.

Hay 15.5 millones de personas sufren esta enfermedad en América Latina y 11.5 millones en México, de las cuales, ocurren más de 87 mil muertes al año, según cifras de Doctoralia México, portal de profesionales de la medicina en México. Aunque hay quienes opinan que ésta cifra puede ser mayor.

’Todas las enfermedades son importantes, pero la diabetes y sus principales factores de riesgo son una verdadera emergencia de salud pública ya que ponen en riesgo la viabilidad del sistema de salud’, señala la encuesta de salud.

Esta enfermedad tiene dos retos.

El primero de ellos es el monto de recursos que requieren los prestadores de servicios de salud para su atención, mientras que el segundo es costo económico para las personas con diabetes.

Hay tres tipos de diabetes que son mellitus tipo 1, mellitus tipo 2, y gestacional. La mellitus tipo 2 representa cerca del 90% de los casos a nivel mundial y es ocasionada por la utilización ineficaz de la insulina.

Pero pocos saben que hay una eficaz píldora mágica, que puede ser gratuita, o costo mínimo, para combatir las tres variantes: ejercicio. Son nueve letras mágicas que mejoran la expectativa en cuanto a calidad de vida.

Curiosa forma de morir sano.

O menos enfermo.

Ante éste alarmante vacío institucional del sector salud en México, organizaciones privadas y no gubernamentales se han echado a cuestas la tarea de coadyuvar en el combate a diabetes y sus potenciales detonantes, además de los factores hereditarios: obesidad y sobrepeso.

Un ejemplo es Cicluz –una aplicación--. En días pasados realizó, en ciudad de México, el Primer Coloquio en torno a la Diabetes, Crisis Socioculturales y Emergencias Médicas.

Su objetivo fue dar a conocer estrategias actuales respecto de la prevención y atención en torno a la diabetes, articulando puntos de vista clínicos, sociales, científicos y tecnológicos para mostrar diversas posibilidades en la mejora de la calidad de vida y el cuidado de la salud.

Además, sensibilizar a la sociedad acerca de las implicaciones que la diabetes tiene de manera individual y familiar, así como proveer ideas para la adopción de hábitos de prevención y de cómo transformarlos en acciones concretas.

Entre la variable de temas que más acaparó la atención fue el relacionado con el deporte.
Uno de los participantes en dicho Coloquio fue el mismo José Luis Morales. Después de hacer una descripción detallada de cómo se controla –mediante auto monitoreo, inyecciones de insulina o consumo de gel o bebidas—durante las competencias, advierte que de no hacerlo ’pude originar complicaciones graves’: retinopatía, que afecta al sistema neurológico, renal y la visión.

Convencido que gracias a que ’soy obsesivo compulsivo puedo controlar mi diabetes’, el atleta explicó que la práctica de ejercicio tiene tres etapas: antes, durante y después, para evita algunas consecuencia.

Arengó a quienes padecen la enfermedad:
’Me motiva saber que puedo ayudar a la sociedad: que se dé cuenta que la DT1 no es un limitante ni un impedimento para realizar cualquier actividad física o sueño que uno tenga en mente’.

’El ejercicio’, resumió, ’se convierte en un mecanismo de sobrevivencia, autoconocimiento y toma de decisiones.’

Mayda Reséndiz, actuaria por la UNAM y fisioterapeuta, fue otra de las ponentes en el coloquio de Cicluz. Es atleta master, con el récord nacional del kilómetro en menos de cuatro minutos. Tiene dos hijos. Uno de sus entrenadores fue el legendario Tadeusz Kepka,

’Inculcar la cultura del deporte es una forma de querernos’, puntualizó, para erradicar el sedentarismo, pues los mexicanos son de los países que camina poco.

Habló de los ’malos hábitos familiares’: ver televisión, subir por los elevadores y no ascender por las escaleras, platicar sentados, cuando se puede hacer caminando.

Por ejemplo, en la parte alimenticia, cuando acude con sus hijos al cine, previamente hacen una comida fuerte. Así evitan las palomitas –’y el refil’, dice con sorna, ’relleno que sale gratis, pero a la larga cuesta caro’—y obvio, prescindir de los refrescos, sobre todo de cola. Coca, en particular.

De manera natural el deporte cambia los malos hábitos alimenticios. Por ejemplo, evita el refresco. ’Porque el organismo, de manera natural, requiere agua para hidratarse’, explica la atleta, quien ha fomentado el deporte en reclusorios femeniles en Michoacán.

Y estas modificaciones alimenticias se refuerzan en las relaciones humanas con los demás deportistas, porque no consumen alimentos chatarra.

Se hace círculo virtuoso.

Incluso, reflexionó, que en el caso de la mujer en general, no sólo quienes padecen diabetes, por lo que vive a su edad, el ejercicio reduce sustancialmente los efectos físicos y sicológicos de la menopausia.

’La actividad física es el principal modelo de prevención oncológica’, reconoció Adriana Monroy, coordinadora de investigación oncológica del Hospital General de México.

Y llamó al deporte verdadera ’píldora mágica’: previene y mejora hipertensión, osteoporosis, depresión y ansiedad, infartos y reduce riesgos de padecer cáncer.
Toda actividad física de un diabético debe ir de la mano de una alimentación adecuada.

Que la comida no se convierta en un vía crucis. Es posible disfrutar todos, dulce incluso, en pequeñas cantidades.

Se trata, en resumen, de gozar la vida. Que no sea un sacrificio hacer ejercicio ni comer.
Así, la diabetes acaba convirtiéndose –de enemiga— en amiga de quien la padece.

pumaacatlanunam@gmail.com
tzotzilyaoro@hotmail.com
@kalimanyez

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