Bendijo las Coronas de Adviento de los feligreses y los invitó a encender el primer cirio
José Luis Garay Islas /
Mons. Destacó: ¡El Señor que viene a salvarnos esté con todos ustedes!
Respectivamente, dijo que: "Con la bendición de la Corona se inaugura el Tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la Luz del mundo, su color verde significa la vida y la esperanza. El encender semana tras semanas los cuatro cirios de la corona, debe significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad".
Con esta monición inició a Celebración Eucarística Mons. Carlos Enrique Samaniego López, en la Santa Iglesia Catedral de la Inmaculada Concepción en Texcoco. Inmediatamente después, bendijo las Coronas de Adviento que llevaban consigo los feligreses y los invitó a encender el primer cirio, correspondiente al primer domingo de Adviento.
Seguidamente. PRIMERA LECTURA Del libro del profeta Isaías 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amos, acerca de Judá y Jerusalén: En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas y hacia él confluirán todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: ’Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor’.
El será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra. ¡Casa de Jacob, en marcha!
Caminemos a la luz del Señor. Palabra de Dios.
En su momento: SALMO RESPONSORIAL; Del salmo 121
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: ’Vayamos a la casa del Señor’! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas.
R. A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor.
R. Digan de todo corazón: ’Jerusalén, que haya paz entre aquellos que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada casa’.
R. Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: ’La paz esté contigo’. Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes. R.
SEGUNDA LECTURA; De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 13, 11-14
Hermanos: Tomen en cuenta el momento en que vivimos. Ya es hora de que se despierten del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, la obras de las tinieblas y revistámonos con las armas de la luz.
Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo y que el cuidado de su cuerpo no dé ocasión a los malos deseos. Palabra de Dios.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ’Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo’ del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos.
Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre’. Palabra del Señor.