Lectura Política

Cuatro actores de 2015, en 2018

Cuatro actores de 2015, en 2018
Periodismo
Junio 05, 2018 23:00 hrs.
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Noé Mondragón Norato › guerrerohabla.com

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En Acapulco, el juego político del PRI parece pervertido. Por un lado, vende ruidosamente adquisiciones de cuadros perredistas menores. Y por el otro, hace la finta en el sentido de adquirir otros de mayor peso político, pero que han militado en el priísmo. Los cuales se metieron deliberadamente a la competencia opositora, pero con el propósito de encarecer negociaciones políticas. Y ofertarse como fuertes. Con rentables plusvalías electorales. El mapa completo de esta amañada novela de poder de la vida real, así lo confirma.
MANIOBRAS Y ENROQUES TRUCULENTOS.- El candidato del PRI por Acapulco, Ricardo Taja Ramírez, intenta vender fortaleza. Satura medios y redes sociales con sus eventos. Apela a cuando menos dos factores para ganar: la vulnerabilidad del candidato de la coalición Por Guerrero Al Frente, Joaquín Badillo Escamilla. Y los apoyos decididos y firmes del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien intenta así, liquidar en definitiva sus compromisos de campaña por el gobierno estatal. Precisamente, con Ricardo Taja. A ello se suman otros elementos que también, ya están jugando: 1.- El PRI acaba de realizar una adquisición perturbadora: el galeno Marco Antonio Terán Porcayo, quien compitió en la pasada elección de alcalde postulado por el PRI, y se quedó a 2 mil 571 votos de alcanzar al actual edil perredista, Evodio Velázquez Aguirre. A Terán Porcayo, se le identifica como cuadro político del ex gobernador y actual dirigente nacional del PRI, René Juárez Cisneros. Y si no ganó aquella elección, fue por un factor determinante: el actual candidato al Senado, Manuel Añorve Baños, no quiso ceder ese territorio político a René. E impidió que Joaquín Badillo Escamilla –ungido como candidato del PVEM a la alcaldía en la elección del 7 de junio de 2015-, declinara a favor de Terán Porcayo. Con esos votos, era claro que el PRI ganaría la alcaldía porteña. 2.- Durante el actual proceso electoral, tanto Joaquín Badillo como Terán Porcayo, se disfrazaron con el roído traje de la oposición. Y compitieron como ’candidatos externos’ de la coalición Por Guerrero Al Frente. Atípica y extrañamente, ganó la postulación Joaquín Badillo. Terán Porcayo, se guardó su frustración. Esperó agazapado y sin hacer olas. Hoy, el PRI lo rescató y lo ofertó como ’ex aspirante a alcalde por el PRD’. Y lo designó vicecoordinador general de campaña, de Ricardo Taja. Desde luego, con el fin de magnificar mediáticamente esa adhesión. 3.- En esa maniobra, se advirtió la operación política de René Juárez. El convencimiento para lograr que Terán Porcayo, regresa sin haber renunciado, a su militancia partidista tricolor. Pero es claro que Juárez Cisneros, no juega con todas sus canicas. Porque a pesar de que Ricardo Taja, es considerado cuadro político suyo, en realidad éste último se pegó al PRI de la mano de Manuel Añorve. Quizá por esa razón, el dirigente nacional tricolor no logre hasta hoy o no quiera, convencer a Rubén Figueroa Smutny, -en su calidad de candidato del Panal a la alcaldía porteña-, para que decline a favor de Ricardo Taja. Como si quisiera con ello, cobrar una añeja factura política. Porque es curiosamente, Manuel Añorve quien va a la competencia por el Senado. El punto es que se encuentran en medio de la polémica, cuatro actores que tuvieron relación directa o indirecta con el PRI que compitió hace tres años, por la alcaldía más importante de la entidad: Marco Antonio, Terán Porcayo, Joaquín Badillo Escamilla, Manuel Añove Baños y René Juárez Cisneros. Sus intereses de poder como en aquella fecha, están colisionando. Y perdieron en aquella elección constitucional. ¿Acaso estarán reditando hoy esa misma historia?
HOJEADAS DE PÁGINAS…En las redes sociales ha comenzado a circular una versión inquietante: el gobernador Héctor Astudillo, estaría financiando al aspirante perredista, Antonio Gaspar Beltrán, a fin de que éste consiga, sin mucha dificultad, la alcaldía de Chilpancingo. Se justificaría en parte, porque Gaspar Beltrán, abrevó toda su vida de los manantiales políticos astudillistas. El mandatario estatal ha enmudecido al respecto. Y el que calla…

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