El refranero

Devotas y Botudos, o como cuando El ’Sexapil’ era ser macho

Devotas y Botudos, o como cuando El ’Sexapil’ era ser macho
Periodismo
Mayo 16, 2022 23:31 hrs.
Periodismo ›
Rocío Ayala › tabloiderevista.com

2,348 vistas

Primera parte
BOTUDOS, artículo publicado en La hija de… La Cornada, No.2 diciembre de 1993

Durante mucho tiempo, después de que Escuela Nacional de Agricultura se desmilitarizó, al estudiante chapinguero se le identificó, y aún se le reconoce, por estilizar la camisa de cuadros, el sombrero tejano, los pantalones de mezclilla o vaqueros, un ostentoso cinturón con su enorme hebilla, pero, sobre todo, por su orgulloso apego a las botas norteñas. La mayoría de los usuarios de este calzado aseguran que prefieren las botas porque éstas les hacen sentirse más machos, o bien piensan que les confiere, aún más, la categoría de ingenieros; otros afirman que es un signo de hombría frente a las mujeres y los más petulantes afirman que dentro de cada modelo o tipo de botas los chapingueros acrecientan su atractivo sexual y por eso lucen con gallardía las ’sacapapas’, las ’matavíboras’ o ’las de tractor’, para mejorar su personalidad…

He aquí algunas opiniones:

Lázaro Rico Gómez, oriundo de Celaya, Guanajuato, y egresado de Zootecnia argumentó que en Chapingo se lucen las botas para reafirmarse como machos o como típicos chapingueros, ’en lo particular uso botas –añadió Rico Gómez- para sentirme más chapinguero o sea más macho, además como egresado me confiere más categoría en la comunidad universitaria, por eso me da coraje ver como los que aún no son ingenieros se pasean en mero en medio de la calzada (terreno exclusivo de los ingenieros) con sus botas, sintiéndose importantes y machos, y lo peor, sin llevar una vieja al lado. Me pongo las botas para toda ocasión, cuando voy a los bailes las viejas se fijan en mí por la fachada de ingeniero que me otorga mi forma de vestir y de bailar, además con botas se baila más padre y no se zafan como las chingaderas de zapatos que usan los demás chavalos’, presumió.

Por otro lado Arnoldo Villalobos Sumoza, originario de Chiapas y estudiante de Maquinaria Agrícola, opinó que ’el usar botas no es ninguna de las cosas anteriores, es decir, las botas no solamente sirven para ‘ligar’, me da tristeza que un ‘dícese’ ingeniero piense de esa manera –continúa-, además la utilización de botas está históricamente determinado como característica de los estudiantes de Agronomía, pues son bastantes las prácticas de campo y es más cómodo trabajar con botas; claro que el porcentaje de alumnos que calzan botas ha bajado, porque últimamente ha ingresado a la universidad mucho chilango fachoso que no sabe cómo viste la gente que se la pasa chingándole en el campo’, enfatizó Arnoldo.

’Desde luego que también hay que saber usar botas –señaló Juan Hernández, de Guanajuato, graduado de Economía Agrícola-, por ejemplo, uso las ‘clásicas’ con pantalón de mezclilla como debe ser y las de ‘vestir’ con ropa más presentable, porque algunos estilan vaqueras con ropa formal, incluso se las ponen el día de la graduación para tomarse la foto y verdaderamente se tornan ridículos, además ni siquiera caminar con botas saben, parecen señoritas’.

Del mismo modo se expresó Janer Ramírez Carabeo del estado de Chiapas y estudiante de Maquinaria Agrícola, quien comentó que ’la forma de vestir está determinada por la moda y ésta, a su vez, está determinada por la sociedad, pero al final de cuentas interviene el gusto y las posibilidades de cada quien, en la forma de vestir, yo me pongo botas porque me gusta cómo se ven con la ropa formal y también es parte del gusto chapinguero’.

También el alumno Claudio Soberón, procedente de Durango, puntualizó que ’entre más agresivo sea el modelo de la bota (tacón alto, metido, picudas, de color característico o materiales muy exóticos), hay más prepotencia, desde luego que algunos esa costumbre la traen desde su casa y eso les da cierta comodidad y seguridad en sus prácticas y en cualquier lugar’.

Sin embargo, la realidad parece desmentir esas aseveraciones, pues según un muestreo que realizó esta reportera el 15 de octubre de 1993 en el comedor central, éste arrojó los siguientes resultados: de 100 estudiantes sólo el 15% de ellos calzaban botas, el 30% zapatos y el resto tenis. La respuesta quizá la pueda dar Mario Martínez, vigilante de Orden y Disciplina, quien explicó que ’ya son pocos los alumnos que se ponen botas pues la mayoría de los que ingresan son del estado de México. Hace seis años el uso de botas era de un 80% entre los estudiantes porque ingresaban más alumnos provenientes del norte del país, que, a pesar de su prepotencia, estaban más disciplinados y no mostraban las actitudes altaneras que ahora presentan’, finalizó el vigilante.

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.


Devotas y Botudos, o como cuando El ’Sexapil’ era ser macho

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.