Trazos…Time
Federico Nogueda
‘Quizás pueda estar equivocado, pero mis motivaciones, como acciones hacia la corrección de lo que se está haciendo erróneo, me hagan salvar’…
El pasado terremoto del 19-sep-2017, solo nos hace reflexionar que el fantasma del ochenta y cinco nos sigue alcanzando, y nos alcanza valga el pleonasmo porque si bien ya aprendimos grandes medidas de protección civil, seguimos todavía en ser omisos en algunos compromisos con la ciudadanía.
Existe una percepción en la población que los organismos de protección civil, en ocasiones no dicen toda la verdad de los fenómenos naturales que perjudican a las ciudades, es decir de acuerdo a expertos críticos del sistema de protección civil, si un sismo es de 6.5, lo bajan hasta 6., o hasta menos.
En ocasiones los ciclones o huracanes dicen que está por tocar tierra, aunque la realidad después de que pasó el fenómeno en determinado lugar, resulta que ya había tocado tierra y lo callaron.
Hay tesis que señalan que en ocasiones no se puede decir toda la verdad para no causar psicosis, porque el fenómeno puede o no pude darse, y esto generaría también molestia o descontrol.
De manera particular, se prefiere mejor ocasionar cierta psicosis o enojo, que ver varios decesos por los fenómenos naturales llámense ciclones, huracanes, temblores o terremotos, es decir:
Si bien días antes del sismo de 7.1 con epicentro en Morelos y desbastador para la Ciudad de México, en Tonalá Chiapas acaba de pasar un terremoto de 8.2, que limpió con varias localidades, como no fue posible que se tuvieron que tomar medidas extremas para la Ciudad de México.
Y no me refiero a los ensayos o prácticas que se realizan en oficinas públicas o privadas, en cómo ir desalojando el inmueble en caso de sismos, sino en anunciar, a través de diferentes medios de comunicación de las posibilidades serias que puede experimentar en este caso la Ciudad de México de un probable terremoto.
En este caso con el único fin de que se vayan tomando sus respectivas medidas, tanto autoridades como ciudadanía, quedar en mutuo de acuerdo de que se puede realizar, recorrer los horarios de clases o trabajo, salir por periodos de horas al patio de la casa o calle cerca de un jardín, entre otras.
Ya que se entró en una etapa o paradigma de la vida social, digital y política, donde las cosas por muy dolorosas que sean ya no pueden estar diciéndose a medias, ya no, las cosas de los fenómenos naturales deben de decirse como son, con el fin claro de evitar decesos en la ciudadanía.
Solo de esta forma, se podrá hacer frente a los fenómenos naturales con menor perdida, diciendo la realidad pura, lo que puede pasar o no pasar, pero al mismo tiempo tomando acciones, ya que al final que pasa el fenómeno natural todos nos damos cuenta si se mintió no, si fueron o no omisos.
La idea es que se vea esa disposición y compromiso con el ciudadano de los niveles de las autoridades, de menos palabrería y más acciones, ya que el paradigma de la era digital, rebasó de calle todo aquello que se diga a medias verdades. Pero quizás pueda estar equivocado. federicosol@yahoo.com.mx
