Opinión

Hablemos de ’el Señor de los Anillos’

Hablemos de ’el Señor de los Anillos’
Periodismo
Enero 30, 2022 07:40 hrs.
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Sergio Enrique Castro Peña › guerrerohabla.com

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’El Señor de los Anillos’ (The Lord of the Rings, en su versión en inglés) es una novela de corte fantástico escrita por el filósofo británico Ingles J. R. R. Tolkien. Publicada, en tres tomos entre los años de 1954 y 1955 en Inglaterra, cuyo tema principal se centraba en la Odisea de Frodo Bolson para recuperar y destruir un ’Anillo Único’ que le daba un poder sin igual a su poseedor pero que al final terminaba por destuírlo. Lo anterior viene a colación por la afirmación que el presidente realizó con respecto a la pandemia de la cual dijo que ’le venía como anillo al dedo’, expresión comúnmente utilizada cuando algo o alguna situación nos favorecerá de gran manera. Esta referencia es utilizada por algunos para defender o justificar cualquier situación que en apariencia o en realidad los afecte. Pero, como señalamos anteriormente el costo de usarlo, el anillo, está en función de cómo y cuantas veces sea utilizado.
El presidente López que no es muy dado a aceptar sus errores, ha llevado hasta máximo extremo la justificación de sus fallas ante la ’pandemia’ del Covid-19, que para nadie es desconocida su procedencia externa, pero no así su estrategia de combatirla directamente (vacunación) o de manera indirecta (el uso de cubrebocas o mantener la sana distancia, principalmente por medio del ejemplo de las autoridades (no importando su nivel). Por tal motivo, al tratar temas de crecimiento, la villana es la pandemia, cuando de falta de creación de empleos se trata vuelve a la carga, la pandemia. En relación con la vacunación, la estrategia más que ver cómo realizar esta, parece ser una prueba de cómo controlar a la población, al supeditar a esta a la disposición de vacunas, de cuantas disponemos, que marcas y quienes nos la regalen, USA. Las compradas por el gobierno principalmente a los gobiernos chino y ruso no han dado los resultados esperados por lo que el gobierno está tratando de subsanar este fallo al destinar en la vacuna de refuerzo (tercera dosis) una vacuna norteamericana (también regalada) a la población que la recibió (maestros). El presidente, una y otra vez ha tratado de evitar un buen manejo de la pandemia, argumentando que sus decisiones estan basadas en la información científica, proveniente del secretario y subsecretario de salud quienes, como buenos subordinados, hacen lo que su jefe, el presidente, les ordena. Este es el juego de espejos en que ha transitado el combate del Covid-19, en donde la seriedad y la preocupación por la población brilla por su ausencia.
Otro aspecto que el gobierno ha tratado de controlar por sus efectos negativos directos son las muertes ocasionadas por la pandemia. Acerca del número de ellas, se tienen diferencias entre el área de difusión y propaganda proveniente y en presencia del mismo presidente, realiza el Dr. López-Gatell en la cual dichas muertes, oficialmente, son un poco más de trescientas mil, mientras que las difundidas por la secretaría de salud que contempla el exceso del comportamiento histórico de muertes reporta más de cuatrocientas cincuenta mil, mismas que se quedan cortas al compararlas con las que emiten otras instancias de investigación no ligadas al gobierno mexicano. Las diferencias estadísticas y aseveraciones poco fundamentadas han hecho que el vocero y responsable del combate del Covit-19 haya perdido poco a poco su credibilidad y por ende, sin manifestarlo los medios masivos de comunicación, del mismo presidente.
Pero, retomemos los aspectos económicos, porque además de ser lo nuestro, no olvidamos la aseveración del expresidente Clinton, ’is the economy, stupid’ (’es la economía estúpida,’ en la lengua de Cervantes). Ante ello, tenemos que retornar a los problemas que más directamente nos afectan a la gran mayoría de los mexicanos, la pérdida en la capacidad de gasto al no contar con un empleo, ni tampoco, como en otros países, no importa que tan desarrollados sean, de apoyos del gobierno actual que bajo falacias de sucesos acontecidos hace cerca de treinta años, FOBAPROA (Fondo Bancario de Protección al Ahorro), que solo pueden entrar en la poca creíble lógica del presidente y sus más fervientes seguidores, dado que éstas últimas se trataron de apoyos al sector financiero (bancos) y funcionaron para lo que fueron creados de tan forma que el sexenio del presidente Zedillo, cuando se implemento dicha política, se terminó con un crecimiento un poco mayor al siete por ciento, cifra que no sólo no ha sido superada, sino tampoco igualada y, que la actual administración no sueña alcanzar ni aun cuando utilizara psicotrópicos. O, tal vez, deberíamos de decir en sus pesadillas, porque todas las acciones del gobierno no son para tener un crecimiento, sino lo contrario, una economía pobre producto de una difusión de incertidumbre y desconfianza. Por lo que difícilmente podemos decir que las expectativas económicas puedan llegar a los niveles de crecimiento modesto que, en promedio, lograron los gobiernos neoliberales. Las expectativas de crecimiento para 2021 se esperan sean negativas que aunadas al crecimiento negativo de menos 8.5 por ciento logrados en 2020 y menos 0.2 por ciento obtenidos en 2019 nos señalan que el actual gobierno del presidente López simplemente no sabe como crecer.
El presidente López no quiere, ni busca crecer, porque parte de la premisa toral es, de que ese crecimiento solo beneficiara a la economía privada y los grandes consorcios (producción y consumo) y su objetivo primario es destruirla para tener las condiciones de implementación de su Cuarta Trasformación. Sin embargo una economía que no crece o, lo que es peor decrece, es una economía que pierde su capacidad de hacer frente a sus compromisos con el exterior y, en ninguna situación es una buena justificación de que ese crecimiento porcentual de la deuda con respecto al PIB, no es responsabilidad del ejecutivo. Una economía que no beneficia con su ingreso y su capacidad de compra a la población es responsabilidad directa del ejecutivo federal, porque independientemente de donde provengan los factores (internos o externos), cae dentro del ámbito presidencial encontrar, junto con las Cámaras, las estrategias que le permitan salir de estas situaciones no favorables, dado que de ellos dependen el manejo de las políticas fiscales; de ingresos por medio de los impuestos y sus organismos desconcentrados, así como de los servicios adicionales que otorgan; la de egresos porque por medio de la solicitud del ejecutivo, los últimos cuatro proyectos presentados fueron aceptados por la Cámara de Diputados, siguiendo la instrucción presidencial, sin cambiarle ni una coma, ni un punto, inciden directamente en el gasto y la inversión. Lo anterior nos dice, que la responsabilidad de los efectos adversos que puedan tener, son responsabilidad del presidente López y, en menor grado de su obediente partido, MORENA.
En cuanto a la inseguridad que ha prevalecido en nuestro país desde muchas décadas atrás. No sería sensato esperar que sea terminada en el tiempo que abarca un sexenio, pero, sí que exista una política seria para disminuirla, aparte de ’abrazos, no balazos’. La seguridad de poder viajar e incluso vivir a lo largo de nuestro país, aprovechando todas las bellezas naturales con las que contamos, no solo en el campo de explotación productiva, sino también en lo concerniente al turismo (idea que nos expuso un experto en el tema, el Dr. Jerónimo Ramos Sáenz Pardo), por miedo a salirse del turismo de arena o cemento a la posibilidad de ser asaltados e incluso asesinados. Vivimos en un país rico, no solo de recursos y posibilidades desperdiciados, inmersos en discusiones provenientes de las ocurrencias que cada mañana el presidente López le lanza, a esa prensa y medios de comunicación masiva comodinos. Los problemas que vive la población día con día, no desaparecen con voltear la atención en filosofar o tratar de interpretar las ocurrencias mañaneras. Mientras el presidente López, lo hemos señalado constantemente, sea dueño del micrófono y, no, nos preocupemos en quitárselo, seguiremos bailando al son que él quiera y, tendremos que aguantar hasta los límites de maniqueo que quiera, incluso algunas situaciones que rayan en la burla.
El presidente López, en ocasiones se adjudica el derecho de ser el árbitro supremo de todo lo que ocurre en el país, esperando que con esa afirmación sea suficiente para controlar las diferentes variables que rigen la vida nacional. Sin embargo, cuando se sale del ámbito político y entra en los campos de la salud, educación, la seguridad y la economía, el voluntarismo de un mandatario pierde su eficacia. Si se destruye un sistema de salud, por las razones que se quieran esgrimir, no se puede sustituir con retórica y propaganda, se tiene que suplir con nuevas formas de operar, nuevos equipamientos, nuevos edificios, nuevos hospitales y clínicas, nuevas maneras de distribuir y controlar las medicinas. Sustituir por sustituir, basados únicamente en los deseos del ejecutivo, nunca ha sido la vía más efectiva de lograrlo, porque aparte de los factores administrativos y de control se requieren recursos, ’muchos recursos’, y, el presidente López habla y quiere hablar de lo que usted desee, (Refinería Dos Bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles), pero cuando se trata de dinero, para apoyar el ingreso perdido de la población por el Covid-19, la compra de medicamentes para los niños con cáncer, adquisición de vacunas (para combatir el Covid-19, sarampión, viruela entre otros) mejor cambia de tema y prefiere mandar al ’pidiche oficial’, para que busque quien nos las quiere regalar. Nuestros impuestos son únicamente para sus proyectos, no para las necesidades de la población.
Por último, permítanos solo señalar, el tan traído y comentado ’Testamento Político’, el cual, con lo poco que sabemos es una guía para los futuros gobernantes lopezobradoristas o tal vez piensa que toda la población, en un futuro no lejano, acabara convertida a esa corriente, y, ambos, acataran cómo deben de actuar para tener en el país una gobernabilidad con crecimiento. Es raro que un gobernante que, en sus más de tres años de gobierno, con una tercera parte del territorio en manos del ’crimen organizado’, con un ’crecimiento bajo cero’, una inflación galopante y una pandemia controlada solamente en su propaganda, quiera dar consejos de cómo deben comportarse para perpetuar en el tiempo, hasta el fin de la eternidad, su Cuarta Trasformación. Soñar no cuesta nada, excepto para los que tienen que vivir el triste despertar y darse cuenta de que el anillo que les tocó, que no es precisamente el bueno, sino aquel que le da una funesta dirección y que por más que trata de quitárselo no puede. Hay que esperar menos de tres años. Nadie quiere que se vaya antes de terminar su período constitucional, se quiere que termine su transformación al revés y quede como un recuerdo sellado de que no todo lo que brilla es oro, inclusive si viene en forma de anillo, y menos sirve para gobernar. sergiocastro6@yahoo.com.mx


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