Opinión

Hablemos de volver al pasado o de las promesas fallidas /IV

Hablemos de volver al pasado o de las promesas fallidas /IV
Periodismo
Junio 12, 2019 21:39 hrs.
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Sergio Enrique Castro Peña › guerrerohabla.com

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Después de casi veinticinco años del Tratado de Libre Comercio (TLC), es factible señalar que, en México, la única variable que ha crecido es la del comercio Internacional. El crecimiento del PIB ha tenido un comportamiento raquítico (un poco más del dos por ciento anual) y, si hablamos del desarrollo económico, la distribución del ingreso y el ’índice de desarrollo humano’ de la ONU apoyan la idea de que esos años fueron perdidos para la mayoría de la población. Esto, en síntesis, significa que la promesa de que ese sistema les proporcionaría las herramientas y las oportunidades simplemente se desvaneció entre las eternas quejas y exigencias de cambios legales y administrativos de la ’añeja elite empresarial’ que tenían más olor a excusa que a una necesidad real. Las ’ideas nuevas’ fracasaron dejando espacio a los políticos poco ortodoxos, rayando en la demagogia, para retornar a espacios más conocidos: las estrategas e ideologías que antaño fueron desechadas.
Por otra parte, la clase política tradicional, y comentaristas en general, consideraron que la reforma electoral del sistema político era suficiente en sí, para garantizar la democracia, supuestamente ganada por ellos y, que, la pluralidad política, por sí sola, garantizaba un estado de libertad. Tanto ellos, como los dueños de los dineros, estaban equivocados. La garantía electoral sin los resultados prometidos y esperados no era suficiente. Si el futuro constantemente prometido, nunca se había realizado, pensar ’volver al pasado’, ese pasado que después de todo había sido atropellado por un sistema que nunca fue, no era, aparentemente, una idea descabellada.
Desde hace tiempo, hemos comentado constantemente con el doctor Rodolfo Villarreal Ríos acerca de la serpiente que se incubaba en el huevo. Mientras eso sucedía, los dueños del dinero no tenían otro fin que enriquecerse más con el comercio, actividad añeja muy a fin a sus actividades, y los medios de comunicación masiva centrándose, junto con el PAN, en evitar que el PRI siguiera en el poder. A la vez, la cúpula de este partido descuidó los deseos y promesas no cumplidas a sus bases, mientras se ocupaba en defender los errores del presidente y no luchar para que esas promesas, si bien no fueran totalmente cumplidas, lo menos que se requería era su atención. Lo más grave fue que esa miopía y soberbia fueron determinantes para que el crecimiento y desarrollo de esa serpiente se diera sin problemas. Cuando acordamos, ya había salido de su huevo.
Anteriormente insistimos en la importancia del leguaje como primer paso para crear un espacio que nos permita tener una comunicación viable, además de una identificación en cuanto a objetivos. La corriente que llevo a su líder al poder ha tenido la virtud de saber esconder, en primera instancia, las intenciones reales que le dan vida a su movimiento. En primer lugar nos encontramos ante una idea y una meta de un solo hombre la cual ahora es algo que se llama la Cuarta Transformación (Cuarta-T) y, que, como todo lo que implica dicho movimiento es para un logro personal y el país es únicamente un escenario y su población, cual publico de grandes conciertos, simplemente, pretende, sean entusiastas seguidores, adoradores y, al final, dóciles electores. Pero, la realidad se ha encargado de mostrar, eso no quiere decir que los seguidores más recalcitrantes lo acepten, es muy diferente al mundo en que vive el presidente López.
El problemas que se nos presenta con la cuarta-T es que a pesar de que ahora, después de un mar de ocurrencias y de cambios ideológicos y de haber accedido al poder podemos decir que se trata de un gobierno de izquierda. Sin embargo, eso no aclara completamente el panorama debido a que ese término de izquierda fluctúa entre un sistema democrático, más cercano a los países socialistas europeos y uno de corte de la izquierda ’real’, que sin duda es la defendida por Marx y puesta en práctica por Lenin y Stalin en la URSS, Fidel Castro en Cuba o Mao en China o, en tiempos más recientes el pregonado y ejercido por Chávez en Venezuela, el llamado ’Socialismo del Siglo XXI’. Existe una diferencia Ideológica entre lo que defiende el socialismo del siglo XXI y el socialismo Marxista-Leninista. Este, más debido a las condiciones políticas-económicas que predominaban en la primera parte del siglo XX, se centró en la defensa del proletariado, sin considerar a los otras partes de la sociedad, en contraparte del socialismo democrático o socialismo liberal que aceptaba no solo la pluralidad política, sino que consideraba indispensable la existencia de un sistema de mercado. Por su parte, la teoría del ’Socialismo del Siglo XXI’, con su nombre no solo quiere diferenciarse del socialismo real Marxista-Leninista, sino que en un afán de actualizarse a las aceptaciones de la ’corrección política’ de siglo XXI, sin abandonar sus raíces del socialismos real, pero queriendo apropiarse, como su antecesor, de la exclusividad del término ’izquierda’, pregonando que su primigenio objetivo es el combate total a la pobreza, prometiendo lo que ninguna corriente ha hecho. Permitiría la existencia de partidos de oposición, siempre y cuando sean más testimoniales o, en cierto sentido, ’leales’.
Por otra parte, con el propósito de equiparar la situación que se guarda actualmente con la prevaleciente en los años setenta, punto de inflexión del sistema anterior, que podemos definir como priista, tenemos que señalar que el gobierno del presidente López, su movimiento que lo llevo al poder y él en particular, como un PRI-Recargado. Si bien es cierto, que podemos encontrar muchos puntos que lo identifican, estos son, de tal manera, magnificados que se pierden en un mar de información la cual, una vez quitada la paja nos encontramos que su esencia es realmente magra. Actualmente, tenemos una sola fuerza política, superdominante y, con una centralización del ejercicio y cuna de tal forma que le niega a cualquier otro factor la razón de su existencia. El PRI tenía, o por lo menos pretendía tener un origen, la Revolución Mexicana de 1910 y sus gobernantes se atribuían ser parte del linaje de esos revolucionarios. Morena, por su parte, nació y existe por la voluntad y el éxito de un solo hombre y, actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador. No reconoce ninguna vena ideológica, por lo contrario, dedica micho tiempo para recalcar que antes de él solamente existió el neoliberalismo y que su meta es destruirlo y sustituirlo con una verdadera democracia y un sistema ’verdaderamente justo’.
Algunos politólogos como Robert A. Scapino, Giovanni Santori y Norberto Bobbio, cada uno enfocándose en ópticas diferentes, han tratado los sistemas que son completamente socialistas, desde el punto de vista ’real’ o marxista y han explorado otras corrientes que manifiestan la inclusión social en los sistemas de pluralidad política y de mercado bajo el esquema del ’socialismo liberal’ o de ’democracia de izquierda’, identificando a tales sistemas, que sin ser completamente ’autoritarios’ y conservando una política electoral ’clientelar’, permiten la existencia de una oposición pero sin que tengan la más mínima oportunidad de acceder al poder. Ese sistema en muy similar al que fue utilizado por el PRI.
En el PRI, se aceptaba, lo que algunos politólogos llamaban un ’autoritarismo sexenal’, dado que el presidente, mientras duraba su período, asumía sobre su persona todo el poder para decidir los aspectos concernientes a la vida política y económica del país o, por lo menos ese es uno de los puntos esenciales de la mitología política que existía en nuestro país. En realidad, como se dice con respecto a los hombres de dinero, que la gente crea que tiene más dinero del real, no lo hace más rico, pero lo contrario sucede con el poder, si la gente piensa que tiene más poder que el que realmente posee, ese poder se le incrementa. Lo mismo pasaba con el PRI y el presidente de la república. Sin embargo, con el creador y dueño de la Cuarta-T, probablemente no tenga tanto poder como nos hace ver cada mañana, pero en esta situación no solo es importante el nivel de poder que para nosotros y sus seguidores tenga, sino el grado de ese poder que él cree que tiene. Aquí lo importante no es lo que crean los otros sino lo que cree el presidente, porque, al poseer un poder como ningún mandatario anterior tuvo, puede utilizarlo con consecuencias no calculadas. De igual forma, de acuerdo con el escritor peruano-español ganador del premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, que expuso que el gobierno priista en México era una ’dictablanda’, pero con la centralización en todos los niveles de la cuarta-T es difícil no considerarla como una dictadura real, en donde cada mañana los funcionarios y principales actores de la política esperan las directrices que el presidente López ’dictara’ para ese día o los próximos.
A pesar de que el presidente López y el sector empresarial se alinean cual juego de espejos o de máscara de carnaval veneciano, en donde todos y cada uno tienen y representan un papel dado, esperando que él otro no adivine quien realmente está detrás de la máscara y lo hacen bajo un guión desconocido cuyo final de la obra es más ignoto. Los partidos de oposición, después de pagar su miopía de no identificar al ’enemigo’ a vencer, terminaron el proceso electoral en una situación lamentable sin presencia ni banderas que defender o medios de comunicación que estén interesados en dichos posiciones. El presidente López como un real animal político, conoce que el control de los medios y la información es la primera meta de un sistema de izquierda. Pero también intuye, que dados los tiempos actuales y la corrección política, las formas de controlar la información no debe ser directa, ni personalizada, ni violenta <por lo menos físicamente> por lo que, el presidente López recurrió a una estrategia, desconocida hasta hoy, de controlar la ’agenda’, como se dice en el argot periodístico, mediante conferencias de prensa muy su géneris que realiza cada mañana con un grupo de la prensa, en donde desde el principio define la temática, las preguntas y la duración del evento. Controla las noticias y su difusión mediante un evento ’periodístico’ que se realiza bajo su batuta y, con ello, no se le puede acusar querer controla a los periodistas y la información, porque ello equivaldría una aceptación por parte de ellos de no estar cumpliendo con su labor de investigar para después informar.
El PRI-Recargado, que constituye la Cuarta-T, lleva en su seno la semilla de su destrucción, esto es, el monto de su costo y la forma de financiarlo. A pesar, de que en público existe una disposición a cooperar entre la clase empresarial y el presidente López para que este pueda en lo económico lograr, en su primer año un crecimiento del dos por ciento y, en promedio, en su sexenio un cuatro por ciento, en los hechos estas metas están muy lejos de ser alcanzadas, primordialmente porque las acciones erráticas del presidente en materia económica son evidentes y porque a pesar de que tanto el presidente como el sector empresarial hablan de una sensata y equilibrada política de gasto público de tal forma que se tendrá un déficit presupuestal cero, que afecte en nivel de endeudamiento, se sabe que los equilibrios o desequilibrios en materia fiscal no son tan programables como a simple vista de creen. Los primeros datos sobre el crecimiento, empleo y el consumo son desalentadores. Los efectos de la política de austeridad, una forma simplista de querer esconder la razón primaria, conseguir dinero a toda costa para los fines que más interesan y, al mismo tiempo realizar una purga de funcionarios medios y empleados no afines a la Cuarta-T. Los efectos adversos de estas políticas no se hicieron esperar, aunque el presidente, que ve a todo aquel que difiere de su pensamiento como un enemigo, considera que la información, por el simple hecho de que no concuerda con el México que él espera, es su enemigo.
Dentro de esta confusión que se vive en estos primeros seis mes de gobierno hacen pensar que es difícil aventurarse sobre el comportamiento en el futuro, los aspectos globales o macroeconómicos son mucho más claros que los políticos o sociales por lo que así como pronosticamos que la economía tendría un crecimiento entre el 0.5 y1.0 por ciento, podemos aventurarnos a considerar que al finalizar el año este pronóstico se mantendrá, afectando sustancialmente el desempeño para los siguientes años y del sexenio. Una variable, a pesar de que a nuestro presidente no le gustan esos términos tecnocráticos, que en el futuro hay que tomar en cuenta es la del presidente de los USA, Donald Trump y su política hacia nuestro país, máximo si nuestro vecino y su presidente comienzan a percatarse de la ideología que está detrás del gobierno mexicano y que es contrario, política e ideológicamente al suyo y que los grupos de derecha que lo apoyan comenzaran a presionar para que las autoridades y su presidente (Trump) incrementen las políticas económicas y comerciales hacia nuestro país a fin de que no dispongan con los recursos que les permitan sostener e implementar el sistema (transformación) político y económico que desean.
Pensar que la primera confrontación entre el gobierno del presidente López y el de Trump fue espontaneo producto de los arrebatos de una persona poco cuerda (Trump), nos hace pensar de que en México no estamos haciendo nuestra tarea (gobierno, empresarios, políticos) mientras que nuestra contraparte norteamericano sí. El presidente López en un arranque de ’ingenuidad’ o ’soberbia’ en lugar de tener un mecanismo para llevar un seguimiento de una lectura entre líneas de las declaraciones de Trump, se dedicó a buscar el impacto mediático y el aplauso de la plaza al dar como respuesta cuando se le pedía su opinión sobre las declaraciones sobre migración que realizaba el presidente norteamericano, con una simple seña de ’amor y paz.’ Eso, que era una muestra de soberbia o ingenuidad, hacia creer al presidente mexicano que el mandatario de nuestro vecino país del norte lo tomaría como un mensaje de que no quería entrar a una confrontación. En realidad, la interpretación fue contraria porque paralelamente fomentaba la inmigración y facilitaba el tránsito en nuestro país para que pudieran llegar a su destino: USA. Ni los twitters, ni ningún otro mensaje, ni medio hizo que el presidente López modificara su actitud no solamente poco respetuosa, sino totalmente carente de sentido diplomático. La respuesta, única que utiliza el presidente Trump, fue la amenaza del establecimiento escalonado <iniciando el lunes 10 de junio con un cinco por ciento con incremento mensual hasta llegar al 25 por ciento> de aranceles a nuestras exportaciones.
Ante esta amenaza, inmediatamente las autoridades mexicanas pidieron y obtuvieron una reunión con el gobierno norteamericano para tratar este asunto, después de una semana de discusiones la delegación mexicana tuvo que acceder a las posiciones y propuestas originales del gobierno norteamericano. Muchos analistas nacionales y norteamericanos (mayormente pro-demócratas) señalan que las autoridades gubernamentales se precipitaron y que el gobierno contaba con margenes de tiempo y de argumentos y de instancias internacionales para defender su posición. El presidente López que él sí es un animal político, sabía que su movida había fracasado y que requería una estrategia de reparación de daños y actuar rápidamente mandando dos mensajes: el primero al presidente Trump de que aceptaba sus condiciones y evitar la implantación de los aranceles. Está primer medida era de suma importancia dado que conocía a la clase empresarial local y sabía que cualquier modificación que afectara el precario equilibrio de las variables macroeconómicas, ocasionarían problemas mayores y, que, quizás, descarrilarían la precaria economía. La segunda, tiene que ver más con sus apoyos domésticos los cuales, también, estan en función de seguir vendiendo la imagen de invencible y de ser el primer presidente mexicano que se le enfrento al gran poder del norte del país. Una negociación larga, que de antemano sabía estaba perdida, daría una oportunidad de oro para que esa oposición vapuleada encontrara una bandera que en la actualidad no posee.
Se dice, que en toda negociación los participantes deben obtener una parte de los resultados. Lo acontecido, la semana del 3 al 8 de Junio de 2019, cuando las aguas se calmen, se podrá decir que Trump obtuvo la política migratoria de México que buscaba. También, aunque no tan visible, sacar a China en las inversiones de infraestructura, el ’Tren Maya’, desde la construcción del ’Canal de Panamá’, EU no ha permitido que ningún país fuera del suyo tenga el control de una infraestructura de comunicación de tal envergadura <seguridad nacional>. Por parte del presidente López la ganancia se manifestó en evitar que la economía se le descarrilara, reafirmó su apoyo político en todos los niveles aprovechando lo proclives que somos, a las causas nacionalista y antinorteamericanas, y, al mismo tiempo, obtuvo la aceptación y un compromiso de EU de financiar el ’tren Maya’. Pero, no podemos confiarnos que aquí terminara todo, siguen latente las causas que originaron esta primera crisis, el presidente, no es conocido por olvidar ese tipo de afrentas, sus seguidores podrían, pero él no. Por su parte, el presidente Trump, por convicción o por las circunstancias electorales de sus grupos de apoyo, no olvidará el origen y fundamento ideológico de lo que se vive al sur del Bravo: el chavismo-socialismo. sergiocastro6@yahoo.com.mx

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