Opinión

Hablemos de volver al pasado o de las promesas fallidas /VI

Hablemos de volver al pasado o de las promesas fallidas /VI
Periodismo
Julio 04, 2019 20:02 hrs.
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Sergio Enrique Castro Peña › guerrerohabla.com

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Dejando de lado los ambientes festivos, sus objetivos y los efectos que podrían tener en la sociedad y, centrándonos en los aspectos más cuantitativo como son los económicos, a pesar de que todavía no finaliza el primer semestre de este 2019, pero sí del sexenio del presidente López, los aires de problemas económicos se perciben en el ambiente social. El shock producto de la primera acción de la política de austeridad, con la purga de funcionarios de nivel medio y superior se manifiestan en dos formas. La primera, en la eficiencia y eficacia del gobierno federal y la segunda en su impacto en la economía por su efecto multiplicador en el consumo y en las cadenas de producción.
En lo que respecta, a la purga, aquí no se consideran los despidos y depuraciones por cuestiones de corrupción, los cuales fueron sustituidos por personal que cubría las condiciones necesarias y suficientes para ser los adecuados para cubrir esas bacantes: honestos, buenas gentes y ser defensores, a ultranza, de la Cuarta-T. El factor de capacidad o conocimiento no es necesario. El otro factor corresponde a la estrategia para lograr una ’austeridad republicana’, que le liberara recursos presupuestales al presidente López para destinarlos a los programas de su predilección. En este mismo tenor se pueden englobar la venta de vehículos <casas, automóviles y aviones>, donde sobresale, tanto por su valor monetario como signo de derroche y ostentación. Los resultados de las ventas de los bienes incautados han sido poco menos que decepcionantes, en algunos casos los precios ofrecidos fueron más cercanos a los que se pueden obtener si la venta está destinada a loteros, en otras, como son las casas, por su origen, pertenecientes a narcos, simplemente fueron ignoradas. Con respecto a la joya de la corona el ’avión presidencial’, espera pacientemente, en un hangar en el estado de California USA, a cuál de los más de treinta interesados se decide y compra el multicitado avión. Por su parte el presidente López, cambia y cambia, cuál vendedor de leche, que en su camino al pueblo, soñaba en todo lo que podría comprar una vez vendido su producto, el resultado de ese descuido por pensar más en el gasto que en el camino, en unas ocasiones el destino de esos recursos fue planteado para combatir la pobreza y actualmente es suplantado por el reforzamiento de las fuerzas que contienen el flujo migratorio, que en muchos aspectos son producto de la política del presidente lópez.
En este problema, como algunos otros, la poco cuidada reducción presupuestal, ’austeridad’, han provocado que la eficiencia y eficacia del gobierno federal, si bien podría ser una buena estrategia para el control de organismos o, el mismo gobierno, no lo era tanto al ver los efectos de la misma con el paso del tiempo y en el desempeño y actuar del gobierno en las diferentes áreas de su competencia. Las reducciones presupuestales no son ajenas al accionar de los encargados de dichas áreas, pero esas reducciones en cuestión se daban con dos atenuantes que desconoció el presidente López: el primero, consiste en que estas reducciones de ejecutaban una vez que los responsables de cada una de las áreas de la administración, conocían las ’tripas’ de cada una de ellas y; la segunda, una vez que la SHCP le hacía del conocimiento de las reducciones en cuestión a esas áreas, tenía reuniones para determinar en qué rubros se podían reducir sin que afectaran sustancialmente la operación de las mismas. Con ésta estrategia se buscaba la eficiencia y el buen manejo presupuestal, no el impacto mediático ni el eficientísimo. Los efectos catastróficos de las reducciones y, la competencia que se dio para complacer al ’Señor’, las pudimos observar desde las áreas de salud, comunicación, hasta llegar a las de seguridad.
Con respecto, al segundo factor que produjo un shock en la actividad económica es lo referente a la disminución, no solo del tamaño sino también del monto de los recursos destinados a la infraestructura administrativa del gobierno federal. Desde el punto de vista del presidente López ese personal, que califica desde ’fifí’ hasta de ’tecnócratas’ no era necesario y por lo tanto podía ser reemplazado por funcionarios más baratos, el presidente mismo se había reducido el sueldo a la mitad y, el era muy bueno y eficiente, porque no pensar que existían funcionarios de esas características. La realidad, como en otras cosas le estan refutando sus bases ideológicas y decisiones tales como la cancelación del aeropuerto de Texcoco o la vergonzosa actuación en la supuesta negociación que realizó el secretario de relaciones exteriores, hoy también responsable de las fuerzas armadas destinadas al control migratorio, para que el presidente de EU no aplicara los aranceles por el supuesto incumplimiento de México de sus responsabilidades en materia migratoria.
Tenemos 45 días para cumplir las exigencias del presidente Trump, se nos dice que esta aprobación está más en función del rumbo que tenga su campaña presidencial que cualquier otro, sin embargo, se nos oculta que nuestro presidente también se encuentra en campaña permanente, o presidencial, sino que su objetivo está situado en la obtención de un número de diputados federales que le permitan realizar los cambios sin ninguna oposición real. Eso lo sabemos nosotros, unos mortales simples quienes militamos en el bando de los ciudadanos, pero también lo saben los encargados de EU de dar seguimiento a cada paso que realice el presidente López, que pretende no sólo implantar su Cuarta-T en nuestra país sino en convertirse en el sustituto latinoamericano del presidente Chávez. El sustituto natural, que era Maduro, falló estrepitosamente. Bajo este escenario, en donde vemos a dos presidentes en plena campaña. El presidente López en su camino de reforzar su posición, no sólo los años de su mandato sino trascender, por lo menos su ideal de la Cuarta-T, dos sexenios más. Con respecto al presidente Trump, busca con su reelección, contar con el tiempo necesario para poner las bases de un regreso al modelo más puro de la derecha norteamericana, el cual considera que la existencia de organismos internacionales quieren tener una injerencia inaceptable en los asuntos norteamericanos y que están dirigidos por personajes de izquierda, no afines a los expuestos por EU de liberalismo político y económico. Pero, eso será tema de un trabajo posterior.
Con respecto al origen de la problemática y dificultades que se presentan en la economía mexicana, de todas las tenidas en toda nuestra historia, siempre se han considerado que son de origen externo o una mezcla de aspectos tanto de procedencia interna como externa, mezcla que es esgrimida de acuerdo con la posición política-económica, pero sin llegar a un punto de acuerdo entre los exponentes. Sin embargo, la crisis que se está iniciando en la actualidad es totalmente de carácter interno, esto es, es producto de nuestras acciones o del responsable de la conducción de la política económica, en este caso el presidente López. En este desacuerdo, sobre el rumbo que el país sigue en contraposición del que debería tomar nos ha llevado a una lucha ’estadística’ en donde los datos esgrimidos por los organismos internacionales y nacionales, los estudiosos y periodistas nacionales, mayormente difieren de los esgrimidos por el presidente López, quien en un afán de solventar cualquier discusión solo dice ’yo tengo otros datos’. Si la insistencia de los periodistas sobre la mala conducción de la economía y de las proyecciones de crecimiento serán muy pobres <la nuestra sigue siendo del 0.5 al 1.0 por ciento, su respuesta se centra de que están equivocados y que ’vamos requetebién’.
La aceptación de que la economía no crece a pesar de que vivimos un entorno externo en pleno crecimiento y en donde nuestro mercado natural, los EU tiene un aumento mayor al tres por ciento, sería reconocer de inmediato que su estrategia está simplemente errada o, por lo menos inadecuada a las condiciones internas y externas. Las percepción empresarial interna y externa es de inseguridad y está nace desde la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Sin embargo, esta desconfianza podría haberse disminuido si en gobierno, en lugar de desalentar la demanda o a pesar de esa política, hubiera sido suplida por una estrategia agresiva en el campo de la inversión y en áreas conocidas para los empresarios. Pero, en lugar de esa estrategia se decidió por inversiones, que si bien pueden ser requeridas, la refinería de ’Dos Bocas’ y el ’Tren Maya’, su urgencia no es tan apremiante. El mensaje que envía, una vez más, el presidente López está basada o, aparenta estarlo, en la idea errónea de que el presidente ’no se equivoca’ y, por lo tanto, todas sus decisiones estan en ese tenor.
Existe una sensación, al ver esas grandes manifestaciones, en el pasado ’acarreadas’ con las promesas de que las demandas colectivas serían atendidas y, en la actualidad con la promesa encerrada en un plástico’ y de que ahora sí sus añejas peticiones tendrían un eco y se verían realizadas. El valor del dólar, que en el pasado constituía una pesadilla constante, hoy se transforma en ejemplo de estabilidad y de crecimiento subliminar, no de un común bien cuyo valor fluctúa al vaivén de las fuerzas del mercado. Luchamos, hoy como ayer, por lograr un crecimiento un poco más que mediocre, de independizarnos de la economía norteamericana, en lugar de buscar medios para optimizar la ventaja comparativa que nos da la cercanía. Seguimos ignorando el provecho que podemos obtener, en el mediano y largo plazo, si promovemos la inversión en la innovación y la investigación. Preferimos, sin embargo, privilegiar la separación irracional entre los centros de educación superior públicos con el sector productivo privado e incluso con el público o, estancándonos en la idea de que una y solo una institución es la globalizadora de todos los privilegios políticos, normativos y financieros eliminando cualquier ventaja que podría tener otra institución de educación superior y ser un escollo para esta institución. El simple hecho de aceptar cualquier forma de competencia en el sector de educación superior es poco menos que anatema.
En la actualidad en las esferas del análisis económico se comenzó a utilizar el término de ’economía estancada’, pretendiendo explicar utilizando factores numéricos el comportamiento de la economía en términos de crecimiento que ha tenido el primer semestre de gobierno del presidente López y señalar que se está entrando en una etapa de estancamiento. Sin embargo, cuando una economía cae en un rango largo de crecimiento sin modificaciones significativas, en un principio podemos decir que se trata de una estabilización, pero si esa estabilización se prolonga y a pesar de probar diferentes estrategias esta sigue sin tener un efecto real ya no podemos hablar de una economía estable sino de una economía estancada, en donde no puede encontrar una vía que le permita avanzar a un ritmo tal que le posibilite obtener una economía más dinámica. Cuando esa economía se desarrolla durante un largo tiempo y las condiciones externas han sido favorables de tal forma que los factores que le impiden ese crecimiento son más de carácter interno, entre el gobierno y el sector empresarial interno, se puede y se tiene una crecimiento pero solo estará sustentado por la actividad externa y en micho menor medida por la interna.
Por más de treinta años el desempeño de nuestra economía, salvo en los dos últimos años de la administración del presidente Zedillo, han fluctuado entre el dos y el dos y medio por ciento anual, insuficientes para poder disminuir las desigualdades en la distribución del ingreso y en la falta de oportunidades de un trabajo mejor remunerado. Para el caso de México se estima que requiere un crecimiento del 4 al 6 por ciento anual, si consideramos que el promedio obtenido, en la etapa neoliberal de acuerdo al presidente López, el déficit ha sido del 1.5 al 3.5 por ciento cada año, información que es suficiente para tener una explicación del porque a pesar de que el país tuvo un crecimiento, aparente, durante ese período al final solo ha incrementado las variables de la pobreza y puesto en manifiesto el descontento político por las promesas no cumplidas por los modelos puestos en operación: la globalización y neoliberalismo <pluralidad política, sistemas libres de mercado (internos y externos) y, propiedad privada>.
Lo anterior nos dice que México, los últimos treinta años, ha vivido una especie de estancamiento económico, él cual no es tan inédito como podríamos pensar, los dos ejemplos que conocemos son los acontecidos con la gran depresión de los años treinta en EU, el cual a pesar de los esfuerzos y la inversión gubernamental que realizo en presidente Franklin Delano Roosevelt con su ’New Deal’ (Nuevo Acuerdo) no logro revertir los efectos del estancamiento producto de superar el nivel de recesión y Franklin tuvo que esperar hasta la Segunda Guerra Mundial para poner en funcionamiento todo el potencial industrial de los EU. Pero debido a que un estadio de estancamiento no es tan agobiante porque puede ser mitigado por programas de de seguridad social, en la actualidad se estima que en la mayor parte del mundo todavía se padece de la caída tan fuerte del PIB de EU en 2008 y que ha sido trasladado a otras economía del mundo <las economías del Europa no han tenido un desempeño suficiente para crear empleos o de mostrar una capacidad de soportar una emigración sustantiva>.
En este contexto, nos enfrentamos a una estrategia, que podría ser llamada de cualquier manera, pero no necesariamente económica, que está siguiendo el presidente López en donde conscientemente busca la creación de un estado de caos, de confrontación, de inseguridad. En donde presenta dos alternativas o, estás conmigo o, en contra mía, sin definir que implica una o la otra. La administración del presidente López de ha visto plagada de violaciones constantes de las leyes y normatividades que rigen el estado de derecho actual bajo el seudo-argumento de que sobre cualquier legalidad está la ’justicia’, dejando de lado que el primer responsable de esa legalidad de cumplirla y hacerla cumplir es él. De no hacerlo, solo justificaría cualquier acto de todo ciudadano que pretendiera justificar actos que otros, inclusive la autoridad, consideren legales pero desde su óptica le son injustos. En apariencia todo el bagaje argumentario del presidente López es sencillo y fácil de comprender pero, sí observamos atentamente en cada acto de gobierno se puede ver, no la intencionalidad del bien común sino a la ’serpiente del despotismo’, envuelta en el paño entretejido por la ’honradez’ y la ’frugalidad’. Pero, no olvidemos, que a pesar de que se vista a la serpiente de seda, siempre será serpiente.
Anexo 1: En estos tiempos de acuerdos con los EU, muy conveniente sería revisar el libro ’’Las Conferencias de Bucareli: Un Acuerdo Pragmático de la Diplomacia Mexicana,’ editado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INHRM). En dicha obra el doctor en historia y estudioso de las relaciones México-EU, Rodolfo Villarreal Ríos, muestra al lector la lección que los presidentes De la Huerta y Obregón proveen a la hora de negociar con los estadounidenses. Asimismo, precisa como, durante 96 años, nos vendieron una mentira respecto a los llamados Tratados de Bucareli.

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