Hablo fuerte la gente

La tormenta electoral llamada AMLO que toco tierra el domingo próximo anterior y que arrasó con su imponente fuerza y furia suelo mexicano, es el resultado o pago del pueblo a la terrible contaminación y corrupción provocada dentro de los tres órdenes y niveles de gobierno, los partidos políticos de todos los colores y también, porque no, a gran parte de la iniciática privada y sindicatos que ’se agandallan con la mayor parte de la riqueza de los mexicanos’.
Esta borrasca solo perdonó a todos aquellos políticos honestos, trabajadores y humanos de ser asolados sin piedad por la ambición, la prepotencia y faltos de valores humanos ’no me cabe la menor duda que la fuerza excelsa no perdona ’el que la hace la paga tarde que temprano y los que trabajan en beneficio del pueblo tienen su recompensa’.
Hubo que llegar al poder nacional el único líder político que existe en México desde hace muchos años para devolvernos a los mexicanos la fe, la esperanza y a decirnos que ya inició la renovación de México; Dios quiera.
Andrés Manuel López Obrador desde hace 18 años vino construyendo y trabajando para que la mayoría de los mexicanos le creyéramos y los apoyáramos a llegar ser Presidente de la República. Los mexicanos nos hastiamos con tanto problema de inseguridad y económicos siendo que somos dueños de un de los países más bendecidos y ricos del mundo con recursos humanos, naturales, energía petrolífera y de gas, minerales y fósiles, entre otros.
Esperemos que a AMLO le vaya bien para que le vaya bien a todos los mexicanos. Sólo falta que los mexicanos nos reconciliemos y que apoyemos a todas las autoridades electas, sean del partido y color político que sea, solo de esta manera México podrá iniciar su nueva y cuarta renovación plena.
En cuanto lo ocurrido en el estado de Guerrero en el ámbito político, es producto de que en esta entidad suriana la cosas no andan bien, por eso los ciudadanos optaron por dar voto de castigo al PRI. Fue muy poco lo que este partido en el gobierno estatal, en este histórico proceso electoral pudo salvar o retener para su causa.
Yo veo que el gobernador Héctor Astudillo Flores y su esposa son una pareja buena con valores humanos, unidad y que han vendida trabajando día y noche desde que asumieron el poder estatal para el bienestar de los guerrerenses. El gran error de don Héctor es que en su gobierno en todo los niveles tiene malos funcionarios; desde la Comunicación Social hasta la Secretaria de Gobierno, muchos simuladores que esfuman gran parte del presupuesto.
Uno de ellos, es el nefasto político corrupto, el Secretario de Planeación y Desarrollo Regional, David Guzmán Maldonado, entre muchos otros; la gente de Guerrero lo conoce de sobra.
Sí el gobernador quiere terminar con bien su gobierno, aún es tiempo para levantar el barco de la tempestad y deshacerse de todo esta chusma que tiene incrustada en el gobierno, el Congreso del Estado y en el Tribunal Superior de Justicia, entre otras dependencias paraestatales.