Comentario a Tiempo
Teodoro Rentería Arróyave
SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE
CUERNAVACA, MORELOS. En México como en muchos países la seguridad social es un derecho constitucional que a veces se escamotea, por ello al continuar con el tema de la Megafarmacia que asegura que los medicamentos, inclusive los más raros y caros que requiera un mexicano en cualquier parte del país lleguen al paciente, máximo en 48 horas, destacamos que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en la ceremonia de inauguración, puso énfasis en la corrupción que aún nos agobia, al explicar que en nuestra nación la salud era para unos cuantos, al asegurar que los problemas no tenían que ver con el presupuesto, sino con la corrupción.
Presupuesto hay, dijo, el problema era la corrupción en todo, en la construcción de obras, de caminos, en la educación, en la salud, y este es el caso, se ejercieron como 200 mil millones de pesos en la compra de medicamentos y de equipos, pero por la corrupción no rendía ese recurso, se lo quedaban unos cuantos.
Había 10 empresas, que ni siquiera eran laboratorios, ni siquiera producían las medicinas, y esas 10 empresas le vendían al gobierno 100 mil millones de pesos al año en medicinas, y también eran los encargados de la distribución, varios años tuvimos que enfrentar a esa mafia que vendía los medicamentos, no se dejaban.
Luego López Obrador se preguntó: ¿Saben ustedes que estaba prohibido comprar medicinas en el extranjero? Y se contestó: ’El sector salud, la Secretaría, el ISSSTE, el Seguro Social no podían comprar medicinas en el extranjero, se tenían que comprar aquí, en México.
Nos costó muchísimo trabajo, explicó, reformar esa ley, se oponían a que pudiéramos comprar los medicamentos en cualquier país del mundo alegando que, si se compraban los medicamentos afuera, se afectaba la industria farmacéutica nacional.
’Suena lógico, ¿no?, el comprar aquí, si aquí se producen, si aquí se dan empleos; pero no era eso, era porque ellos tenían el negocio y era un monopolio. Al comprar los medicamentos afuera, tenemos la posibilidad de comprarlos, como ahora está sucediendo, más baratos y el presupuesto nos rinde más, y tuvimos que decidir: se compran aquí caros o los compramos afuera baratos.
Si nos importa la salud del pueblo, pues lo que se busca es tener todos los medicamentos, y eso fue lo que hicimos, abrir, y ahora se pueden comprar en México, pero también en Japón, Estados Unidos, Cuba, India, o en cualquier lugar, donde son mejores los medicamentos y a precios justos.
¿Y qué logramos con esto? Volvió a preguntarse y concluyó: Con lo que se gastaba antes y que no alcanzaba para dar medicinas a todos, con el mismo presupuesto ahora alcanza para dar todas las medicinas gratuitas a todo el pueblo de México.
El otro negocio, complementó, es que llegaron a tener farmacias privadas dentro de las clínicas del ISSSTE y del Seguro Social. Todo eso es lo que los terminó de enojar y por eso la campaña de desprestigio. Probablemente somos el único país en el mundo con una farmacia de estas dimensiones.
Con su habitual lenguaje, López Obrador, dijo: ’La verdad, estoy contento porque logramos este propósito de que se tenga una farmacia grande, grande, para que se distribuyan todas las medicinas, que puedan llegar las medicinas hasta los pueblos más apartados de nuestro territorio; que a nadie le falte una medicina, que el que esté enfermo y está tomando sus medicinas cuenta con ellas, que no importe si son caras o son raras y no se consiguen fácilmente; que todo mexicano pueda contar con ellas, en cualquier parte del país, sea rico o sea pobre’.
A los médicos, enfermeras, los encargados de farmacia, los que se encargan de la distribución de medicamentos, los directores de los hospitales, a todos, los exhortó a que sigan actuando de manera solidaria, vamos a tener un sistema de supervisión, que no de vigilancia.
Antes en la conferencia mañanera crítico a los que hacen filas para comprar las vacunas anticovid de marca muy caras y desprecian las que ofrece el sector salud con estas palabras: ’Ah, pero no les gusta porque: ‘¡No me vayan a inyectar el comunismo!’, si me vacuno con Abdala, Sputnik o ahora que va a estar la Patria, mejor con las farmacéuticas famosas’, al recordar que cualquier ciudadano puede ir a un centro de salud y vacunarse en forma gratuita. El que quiera pagar por vacunarse, que lo haga, México es un país libre, ’es fanatismo conservador’. Concluyó.
Desde luego, los sobrevivientes del COVID-19, entre los que se encuentra el autor, nos atuvimos a la logística y desde luego no nos importó la procedencia de la vacuna, nos vacunamos y por eso estamos vivos.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com