La inmortalidad de José José

José Rómulo Sosa Ortiz, mejor conocido por el mundo como el Príncipe de la Canción o José José, es una pena, pero no puedo pasar por alto una noticia de tanto impacto internacional como su muerte, me es muy difícil intentar redactar ésta breve opinión ya que así como muchos, él fue uno de los hombres que no sólo aportaron a su país, sino al mundo, y no sólo como intérprete, músico o artista; también como ciudadano del mundo, siendo éstas razones las suficientes para tener un gran respeto y admiración por él. Una persona que así como tú; joven lector, o yo; un joven escritor que lo único que nos puede domar son los años, él también sufrió, tuvo errores, perdidas, angustias, recaídas, lágrimas, en fin, lo típico en la vida humana, y ¿cómo no serlo? si al final, todos somos iguales, una diferencia con él es que a pesar de todo, vivió tanto como pudo, dando el máximo en los últimos años, demostrado que ya había revolucionado su campo artístico con su incomparable voz.

El día de ayer 28 de septiembre del 2019 se reconoce y valida la lamentable pero consolante noticia, ya que si lo analizamos e intentamos ser un poco optimistas, ¿que no la muerte es el mejor de los bienes? Ahora "le debemos un gallo a Esculapio" una ofrenda al Dios de la medicina ya que el único alivio a todos los males, lo único que nos libra de todo al final, lo que nos llevará al un descanso que nadie ha sido capaz de experimentar en vida; es la muerte, seamos fuertes y demostremos que su trayectoria lo han convertido en un ser inmortal por la música que nos dejó.
"Que triste fue decirnos adiós"