La Marina, en un pedestal

El año entrante, la Presidente Sheinbaum tendrá que sacudirse a varios funcionarios, de todos los que desayudan a su gobernanza, impuestos por el ex administrador del país que hoy se esconde en alguna madriguera y esta acción habrá de alejarla, forzosamente para su bien, de quien aún gobierna a través de ella y a quien aún defiende a ultranza.

Esta decisión no obedece a sus intenciones. Más bien será impuesta desde Estados Unidos, cuyos nombres se encuentran en esa lista de la que tanto se ha hablado, que Marco Rubio, secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, le entregó durante su visita a México y a otros estados de América Latina, como Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.

Por lo pronto, podrá continuar con su defensa y alabanzas a ultranza, a su jefe tabasqueño, a quien le hace ver su inmenso agradecimiento por haberla convertido en la sucesora, en recompensa por la inmensa lealtad y agradecimiento, hasta hoy a toda prueba, que la hizo merecedora del cargo, por encima de otros que acusaban más inteligencia, preparación y experiencia.

Entonces, seguramente abandonará la necesidad de emplear todas las mentiras de su repertorio, para hablar del hombre maravilla que sus sentidos ven en López y que, de acuerdo con sus apreciaciones, se trata de un súper hombre que arribó a la capital del país para bien de todos los que aquí nacimos.

Salvo que sus ansias de mendacidad se hayan enquistado en su personalidad.
Hace unos días soltó un soliloquio en una de sus mañaneras, en el que llenó de incienso al maestro y a todas las instituciones, que provoca la pregunta: ¿qué lugar piensa que gobierna? Porque sus descripciones en nada corresponden a nuestro territorio, sino a uno absolutamente distinto.

Como siempre, fustigó a la oposición, a algunos medios y a los comentócratas, como les llama, ’que sólo se dedican a denostar. Pero la gente es muy inteligente.

El pueblo es muy inteligente’, repitió como argumento ideal a manera de caricia para los que creen en Morena. Luego agregó lo que últimamente está en la orden del día de México, o para variar, de los delitos resonantes de los últimos días que, por la forma de hablar de ellos, son menos que nada o cero importantes, a pesar de su tamaño descomunal.

Señaló que aún con el vergonzoso asunto del huachicol, la Secretaría de Marina y el Ejército tienen las mejores calificaciones de reconocimiento que cualquiera otra institución. Pues que nos explique por qué el Gobierno de Estados Unidos decidió dejar de operar con el Ejército, por su pérdida de confianza y trabajar con la Marina, hoy bastante en entredicho.

Llamó ’algunas irregularidades’ al hecho de que el ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, esté directamente señalado en todos los indicios, como la cabeza de la extensísima red de huachicoleo, en la que dos marinos de alto rango figuraban como cabecillas importantes, uno de los cuales ya está detenido y el otro se encuentra en fuga, con ficha roja emitida por la Interpol.

Indicó, en referencia a la Marina, que donde haya alguien que no cumple con los valores militares, éticos, morales o legales, hay consecuencias. Pero como ya es costumbre hace siete años, el almirante ex secretario está en santa paz. La señora no ha ordenado una investigación a fondo. Curiosamente para ella, lo que hasta hoy no se hace, fortalece a la institución. Lo dijo con todas sus letras.

Para colmo, alabó las obras del sexenio pasado, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el Chaifa, los programas del Bienestar y todo lo que ha ocasionado un derroche de dinero cuyos resultados conforman un estrepitoso fracaso, que pronto habrán de dar forzosamente enormes dolores de cabeza, por la quiebra estrepitosa de todo este suelo que realmente amamos.

Señaló que hubo apoyo de la Secretaría de Marina para llegar a las últimas consecuencias (¿?) La gente es muy lista. Dijo. Continuará dando su apoyo al movimiento. En otras palabras, continuará enamorada de su verdugo.
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