De la Ciudad
Guillermo Pimentel Balderas
(¡Ningún menor sin protección del Estado!)
La diputada Elizabeth Mateos Hernández (MORENA), a nombre de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, en el Congreso de la Ciudad de México, al fundamentar el dictamen presentado en tribuna, se congratula de que se haya aprobado la iniciativa para reformar el primer párrafo, adicionar un segundo párrafo y recorrer el subsecuente del artículo 125 del Código Penal local, en materia de homicidio, conocida como ’Ley Crucito’.
La legisladora capitalina, explica que esta Ley es para honrar la memoria de un pequeño de apenas seis años, originario de Iztacalco (Ciudad de México), al que así llamaban cariñosamente y que, fue ’arrebatado de este mundo por la violencia de quien debía protegerlo: la pareja sentimental de su madre’.
Además, afirma la diputada Mateos Hernández: ’reforzamos el andamiaje jurídico para que ninguna niña, niño o adolescente quede fuera de la protección del Estado’, asevera.
Luego, precisa que esta reforma legal contribuye a fortalecer la protección integral de la niñez, reconocer la diversidad de las familias y cerrar cualquier resquicio por el que la violencia pueda esconderse tras un vínculo familiar.
Señala que es importante precisar que originalmente se podía sancionar este delito de homicidio cometido contra un hermanastro, hermanastra, hijastro o hijastra, hasta por 8 años de prisión y se consideraba un homicidio simple, al no encontrarse en el Código Penal el parentesco de hermanastros o de hijastros.
Pero, ’hoy con la inclusión de esta agravante se puede sancionar hasta con 30 años y la pérdida de derechos sobre la víctima, pero también, si se implementara violencia, se puede castigar hasta con 50 años de cárcel’, subraya.
La experimentada y aguerrida política capitalina debate: ’¿De qué hablamos cuando hablamos de la Ley Crucito?, de una reforma al artículo 125 del Código Penal que reconoce expresamente el homicidio cometido contra un hermanastro, hermanastra, hijastro o hijastra y que lo castiga con hasta 30 años de cárcel, además de la pérdida de los derechos que el agresor tenga respecto de la víctima’, repasa.
La legisladora Mateos Hernández en breve charla con este columnista especifica que en su intervención remarcó que, ’el interés superior de la niñez no es un eslogan: es un mandato constitucional y moral que nos obliga a decidir siempre en favor de su vida, su dignidad y su felicidad’.
Y, luego, acentúa: ’Por eso, como lo patentice ante mis pares, además de honrar la memoria de Crucito, reforzamos el andamiaje jurídico para que ninguna niña, niño o adolescente quede fuera de la protección del Estado’.
Recuerda que en su exposición, resalto el caso reciente que sucedió en la comunidad de Buenavista (municipio de Tarandacuao, Guanajuato), donde un niño de nueve años, de nombre Santiago, fue asesinado con un machete por su padre, quien bajo los influencias del alcohol deja también herida a la madre del menor y huye.
En resumen, el Congreso de la Ciudad de México aprobó el dictamen a la iniciativa para reformar el primer párrafo, adicionar un segundo párrafo y recorrer el subsecuente del artículo 125 del Código Penal local, en materia de homicidio, conocida como ’Ley Crucito’. Enhorabuena.
Dice mi abuelita: Pues… parece que no le fue tan mal a Porfirio Díaz con los caricaturistas, de su tiempo que, ahora, a Claudia Shembaum con los aguerridos cartonistas. ¡La historia no deja de escribirse!
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