Los líderes que siempre dan la cara… aunque al gobierno le incomode

Pues si amables lectores dice el dicho "Una cosa es a Juan Domínguez y otra...no me chingues" Mire usted, no importa cuántas maromas mediáticas hagan desde Palacio para descalificar los bloqueos, ni cuántas etiquetas de ’politiqueros’ les avienten a los líderes del movimiento: las demandas del campo son justas, reales y vienen de años de abandono. Punto.
Y es que ahora resulta que todo aquel que levanta la voz por el productor es ’opositor disfrazado’.
Ajá.
Dígale usted eso a los miles de agricultores que no saben si sembrarán la próxima temporada, o a los traileros que ya se acostumbraron a encomendarse a todos los santos antes de salir a carretera.

El gobierno presume mucho diálogo… pero puro diálogo que no resuelve nada. Y la gente del campo ya está cansada de que los sienten en mesas eternas para terminar con las manos igual de vacías. Quieren acuerdos, compromisos y resultados, no discursos.

Y por eso los bloqueos no paran..
Entre los líderes que hoy encabezan estas movilizaciones están nombres conocidos, y no por grilla, sino por historia y trabajo:
Heraclio ’El Yaco’ Rodríguez, el mismo que lleva años defendiendo precios justos y que se ha enfrentado a más de un secretario federal. Político, sí… pero de esos que el productor respeta porque no se raja.
Álvaro López Ríos, de la UNTA, siempre al frente, siempre con la bandera del campesino pobre y del ejidatario olvidado.
Grito fuerte, botas llenas de tierra y carácter pa’ cosa seria.

Baltazar Valdez, impulsor de los maiceros en el norte, terco pero necesario, que no le teme a cerrar carreteras si eso es lo que se ocupa para que lo volteen a ver.
Rigoberto Campos, en el valle de Mexicali, otro que conoce de lucha y sabe que el agua es vida… y por eso se ha aventado pleitazos que al gobierno y empresas cerveceras le ponen urticaria.

Y súmele otros más: dirigentes locales, presidentes de asociaciones, comisariados, transportistas; gente que no cabrá en los titulares nacionales, pero siempre aparece cuando se trata de defender la tierra.
Acá en Sonora, se vieron hoy en la frontera de Sonoita y en el puente fronterizo de la ciudad Nogales.

Curioso: cuando estos mismos líderes gestionaban apoyos, defendían los programas o ayudaban al gobierno en turno, eran héroes. Hoy que exigen lo que les corresponde… ya los quieren pintar como conspiradores profesionales.
El problema, señores, es que el campo ya no aguanta.

Suben los insumos, bajan los precios, crece la inseguridad, y encima aparece la nueva Ley de Aguas Nacionales, que más dudas ha sembrado que maíz en primavera.
No es que estén molestos… es que el reloj ya marcó el tiempo extra, el campo no aguanta.
Mientras tanto, desde los escritorios capitalinos siguen queriendo arreglar el país con conferencias de prensa y frases hechas. Pero en el campo las palabras no se siembran… y tampoco se cosechan.

Los manifestantes lo han dicho claro:
’No queremos más diálogos; queremos soluciones.’
Y trate usted de convencerlos de lo contrario cuando llevan años de promesas rotas.

Así que, le guste o no al gobierno, estas movilizaciones están lideradas por los de siempre: los que dan la cara, los que reciben las mentadas del público, las amenazas oficiales y las miradas torcidas… pero no se esconden.

El campo habló. Ahora falta ver si el gobierno escucha. Nos vemos a la próxima. Si Dios quiere.