Comentario a Tiempo
Teodoro Rentería Arróyave
SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE
Como lo prometimos, cumplimos con recordar a los seis escritores mexicanos que han sido reconocidos con el Premio en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, más conocido como ’Premio Cervantes’, mismo en el que ocupa un asiento permanente en el Honorable Jurado nuestra querida Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, que preside actualmente el colega argentino, Juan Carlos Camaño, el más reciente de nuestros representantes en ese cónclave de la cultura universal.
Para ello nos vamos a remitir a la Enciclopedia de la Literatura en México, misma que nos recuerda que el Premio Miguel de Cervantes, lo otorga anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España y es el galardón más importante de la literatura en español concedido a un autor por la importancia del conjunto de su obra y por haber contribuido a enriquecer el patrimonio de la lengua española.
El premio se entrega anualmente desde 1976. El primero en ganarlo fue el poeta español Jorge Guillén. Los escritores mexicanos que han merecido el galardón han sido Octavio Paz (1981), Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005), José Emilio Pacheco (2009), Elena Poniatowska (2013) y Fernando del Paso (2015).
Además, cabe remarcar que Álvaro Mutis (2001) y Juan Gelman (2007), autores hispanoamericanos, porque su vidas y obras se encuentra fuertemente relacionada con México. Durante la ceremonia de entrega, es costumbre que el galardonado ofrezca un discurso de aceptación, cuyo tema, aunque libre, suele versar sobre El Quijote, Miguel de Cervantes o la literatura en lengua española, además del mensaje social esencialmente crítico
El primer escritor mexicano en recibir este premio fue Octavio Paz, quien en su discurso de aceptación reflexionó sobre la literatura concebida, no como una colección de autores y de libros, sino como una sociedad de obras… En esta pugna, el problema de la libertad se torna apremiante.
Si bien no puede haber una teoría general de la libertad porque es la afirmación de aquello que, en cada uno de nosotros, es singular y particular, irreductible a toda generalización, la libertad se vuelve tiranía cuando tratamos de imponerla a otros. Por todo esto, aunque la libertad y democracia no son términos equivalentes, son complementarios: sin libertad la democracia es despotismo, sin democracia la libertad es quimera.
Carlos Fuentes, por su parte, afirmó que la liga más fuerte de la América hispana es la lengua, que se ha convertido en algo mejor: lengua universal a través de la literatura, porque el mundo hispánico ha podido mantener vigente todo un repertorio humano olvidado a menudo… el mundo futuro necesita a España y a la América española, pero entre ellas también se necesitan, a España le concierne lo que ocurre en Hispanoamérica y en Hispanoamérica nos concierne lo que ocurre en España. Sólo necesitándonos entre nosotros, el mundo nos necesitará también. Sólo imaginándonos los unos a los otros, el mundo nos imaginará.
Álvaro Mutis en su discurso resalta la vida de Miguel de Cervantes por haber logrado en la adversidad una obra ’incomparable y luminosa’. Además, reconoce que el trabajo del manco de Lepanto ha sido para él una compañía que despierta ’sorpresas y lecciones inagotables’. Concluye que Cervantes, a quien aprecia con cariño familiar, desarrolló una escritura lúcida que evidencia ’nuestro precario paso sobre la tierra’.
Sergio Pitol evocó a Aurelio Garzón del Camino, gramático español refugiado en México, quien, dijo, le transmitió la pasión por el idioma. La intervención de Pitol concluyó con una segunda parte dedicada al Quijote. En ella, el escritor hace referencia a las ideas de libertad, justicia y saber expresadas en la obra de Cervantes y la influencia que esta novela tuvo sobre todas las corrientes literarias posteriores.
Juan Gelman destacó la importancia de que el premio haya sido concedido a la poesía, pues consideró que ante la precariedad del mundo contemporáneo ésta no ha dejado de ser un consuelo. De igual manera señaló la relevancia del Quijote, una obra que criticó las injusticias de su época, que son las mismas de hoy en día. Concluyó destacando que, ante un contexto de adversidad como el que se vive, es necesario volver a la escritura como un acto de memoria.
En su discurso José Emilio Pacheco reivindicó al Quijote como la obra cúspide de la lengua española, pero también como el monumento mediante el cual se conmemora y elogia a su propio autor, Miguel de Cervantes quien tuvo una vida llena de humillaciones y fracasos. La egregia figura del Manco de Lepanto, le sirve, además, para reflexionar sobre la condición del escritor en los tiempos actuales que, circundados por la tecnología, forman una suerte de orden mendicante…
El Quijote, concluye, es muchas cosas, pero ante todo una venganza contra todo lo adverso que su autor vivió hasta el último día de su vida. Tal es la razón por la que en tiempos de catástrofe El Quijote pueda ofrecer respuestas.
El discurso de Elena Poniatowska abrió con la reflexión de la mujer intelectual. Ella, consciente de ser la cuarta mujer en recibir el premio, resaltó el valor de buscar, luchar y defender el conocimiento. Para la escritora, el mejor ejemplo de mujer erudita, que defiende su ansia de saber a pesar de la adversidad de su tiempo, es sor Juana Inés de la Cruz. El pueblo mexicano lo define con la palabra humildad, es marcado por las injusticias y la pobreza, dice.
Por último, reconoció la importancia de obtener el premio, llamándose a sí misma como una ’Sancho Panza femenina’ que pertenece a México y a las historias del pueblo que observa y del que escribe.
Fernando del Paso, denunció en el 2016, que las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, lo abusos de poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo. Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza.
Pues bien, me trago esa vergüenza y aprovecho este foro internacional para denunciar a los cuatro vientos la aprobación en el Estado de México de la bautizada como Ley Atenco, una ley opresora que habilita a la policía a apresar e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes, tanto públicos como de las personas…Subrayó: Esto pareciera tan solo el principio de un estado totalitario que no podemos permitir. No denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza.
Repito, para el autor, socio de todo derecho de la FELAP, es seguramente el honor más importante en nuestra vida académica haber sido jurado del ’Premio Cervantes’.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com