Marcial Rodríguez: ¿barbas a remojar?

Cada una de las dependencias y entidades del Poder Ejecutivo estatal están obligadas a coordinar entre sí sus actividades y a proporcionarse la información necesaria cuando el ejercicio de sus respectivas atribuciones, así lo requiera.
Pero tal parece que en el gobierno de la Maestra Evelyn Cecia Salgado Pineda no todos los secretarios de despacho parecen coordinarse. Algunos pretender irse por la libre y simular que sí trabajan, aunque sea desde la comodidad de sus escritorios, como es el caso de Marcial Rodríguez Saldaña, titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), quien casi toda su vida ha sido un funcionario y actor político gris.
La SEG es una de las dependencias más importantes del gobierno estatal, ya que tiene una amplia plantilla laboral y es, después de la Secretaría General de Gobierno, la que más conflictos atiende o debe atender.
Uno de los conflictos que tiene que atender es el de Ayotzinapa, una Normal Rural que se encuentra situada en el municipio de Tixtla de Guerrero y en la que no mandan los directivos, sino los estudiantes. Digo, si es que se les puede llamar estudiantes.
Desde hace varios años, dicha Normal se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades educativas y para los gobernadores en turno. De hecho, en 2014 acaparó la atención de millones de personas en el mundo y generó una de las peores crisis políticas en el México moderno.
La crisis en comento pudo haberse evitado desde 2011, durante la administración estatal que encabezó Ángel Heladio Aguirre Rivero. Pero al monstruo lo dejaron crecer. Los funcionarios de la SEG no hicieron bien su papel para escuchar más de cerca las demandas de los normalistas.
La entonces titular de la SEG, Silvia Romero Suárez, se la llevó de a muertito. Y no se diga los demás funcionarios de dicha dependencia, como fue el caso de Marcial Rodríguez Saldaña, quien en ese entonces cobraba como subsecretario de Educación Media Superior y Superior.
La SEG simuló atender las demandas de los normalistas. Y, ¡oh, sorpresa! El 12 de diciembre de 2011, los ayotzinapos –como se les conoce por sus actos vandálicos– se enfrentaron en el Parador del Marqués, en Chilpancingo, con elementos de la Policía Federal y de la Policía Estatal, cuyo resultado fue de dos normalistas muertos, así como de un empleado de una gasolinería (Gonzalo Miguel Rivas Cámara) que apagó una bomba despachadora de gasolina para evitar una tragedia mayor y que resultó con quemaduras graves.
Los normalistas convirtieron en mártires a sus compañeros Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús y en nombre de ellos arreciaron sus protestas en Chilpancingo, Acapulco y otros puntos de la entidad.
Insisto, desde ese entonces la SEG fue vetada por los normalistas para dialogar.
Tal vez a Silvia Romero y a Marcial Rodríguez no les costó el cargo, como sí ocurrió con Alberto López Rosas y Ramón Almonte Borja, quienes fungían como titulares de la Procuraduría General de Justicia del Estado y de la Secretaría de Seguridad Pública, respectivamente.
Y quién iba a imaginar que Marcial Rodríguez regresaría a la SEG diez años después y no como subsecretario, sino como el mero mero de esa dependencia.
La Cuarta Transformación le hizo justicia, a pesar de que a él lo mueven los cargos y el dinero.
Antes de ser titular de la SEG fungió como Secretario General con funciones de Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena.
¿Y qué creen, amables lectores?
De manera cínica, don Marcial envío un escrito el 21 de diciembre de 2021 a Rafael Cuauhtémoc Ney Catalán, actual dirigente de Morena en la entidad, para solicitarle un bono del primero de enero al 15 de octubre de ese año, argumentando que en ese periodo encabezó las tareas del partido.
El documento lo envió a casi dos meses de haber rendido protesta como titular de la SEG.
Por este hecho, el funcionario estatal se hizo tendencia en las redes sociales.
Y eso no es todo. El pasado 5 de enero, el periódico ’El Sol Acapulco’ dio a conocer que Rodríguez Saldaña cobra sin trabajar en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), como profesor de tiempo completo la cantidad de 60 mil 293 pesos con 90 centavos, sin pisar el salón de clases, aunque el funcionario se ha defendido de que se lo ganó por ser catedrático emérito.
Su nombramiento como secretario de Educación en la entidad generó molestias al interior de Morena, ya que en su calidad de dirigente partidista no reportó a tiempo a las autoridades electorales los gastos de precampaña que realizó Félix Salgado Macedonio, cuando éste era el gallo de Morena a la gubernatura, motivo por el cual le fue retirada la candidatura. Y, aun así, Marcial llegó a la SEG.
El enfrentamiento protagonizado el pasado 4 de febrero entre los normalistas de Ayotzinapa y elementos de la Guardia Nacional, en la caseta de cobro de Palo Blanco, en Chilpancingo, es el resultado de la falta de capacidad de Marcial Rodríguez para dialogar con los normalistas.
Afortunadamente, ese día no hubo vidas humanas que lamentar, pero sí hay delitos que perseguir.
Ojalá don Marcial se ponga las pilas y no siga defraudando la confianza que le depositó la gobernadora Evelyn Salgado. Y si no puede con el cargo, pues que renuncie.
Estoy seguro que hay guerrerenses con el perfil indicado para atender los problemas educativos de la entidad; guerrerenses con compromiso social y que sí se apegan a los principios de la 4T.
Además, en la vida, en la política y en los cargos públicos nadie es indispensable. Por lo que don Marcialito debería poner sus barbas a remojar. Es cuanto.
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