Concatenaciones
Fernando Irala
La salida anunciada de Margarita Zavala de las filas de Acción Nacional y su postulación como candidata independiente a la Presidencia de la República, tendrá múltiples efectos en la vida política del país.
Para empezar, debilita a su partido, al que ingresó muy joven y en el que militó durante más de tres décadas; exhibe además a su presidente Ricardo Anaya, a quien acusa de cancelar la vida democrática interna y la participación ciudadana en el PAN, y de haber manipulado el padrón de militantes hasta hacerlo inservible.
Pese a ser la mejor posicionada para ser en 2018 la abanderada de los blanquiazules en prácticamente todas las encuestas, a Margarita le cerraron esa vía con la estrategia de armar un frente entre el PAN, el PRD y el MC. Para los no panistas que se suman a esa coalición, resultaba más que cuesta arriba apoyar a la esposa de Felipe Calderón, pues ello implicaba en su imagen pública convalidar la estrategia de un régimen al que se opusieron con todo. En cambio, salta a la vista que Anaya espera acceder a la candidatura común y que a ello dedica todos sus esfuerzos, en los que ya sólo le resta acabar de desplazar a Moreno Valle, el exgobernador de Puebla.
En su relación matrimonial tiene Margarita su talón de Aquiles. En una cultura machista ser "la mujer de" le reduce a la señora su personalidad propia y la convierte a los ojos de muchos en un simple apéndice de su marido. El esposo de Beatriz Gutiérrez, por ejemplo, siempre se refiere a Margarita como "la esposa de Calderón", porque seguramente piensa que así la disminuye como rival.
Lo cierto es que, como pintan las cosas, Margarita estará en la boleta electoral presidencial, y es desde ya la más fuerte de las candidaturas independientes que se han anunciado.
Desde luego, no se trata sólo de liderar entre los independientes, sino en el mejor de los casos de encabezar las preferencias del electorado y ganar la elección.
Eso ya no está tan fácil. Pero lo cierto es que la postulación de la señora Zavala, aunque anunciada desde hace mucho, al concretarse modifica los escenarios para casi todos los participantes.
Al Peje, le planta a su primera adversaria de cuidado. Al PRI, tan bocabajeado, aunque algunos expertos maquiavélicos dicen que le ayudará a quitarle votos al candidato de Morena, lo cierto es que también le pone una figura de primer nivel que hará más disputada la elección. Al proyectado frente opositor, desde luego le complica lo que antes de Margarita veían como un paseo sin dificultad.
Habrá que ver en los próximos meses cómo se conforma finalmente el abanico de competidores, y cómo crece la figura de la hoy expanista.
Pero de que va a crecer, crecerá. Sin duda alguna.