Acapulco hacia al 2018
Jesús Lépez Ochoa
En el PRI circulan versiones de un par de encuestas que colocan a su dirigente Fermín Alvarado Arroyo y a la diputada Julieta Fernández como punteros con una mínima diferencia, y en un tercer lugar al también legislador federal Ricardo Taja para la candidatura a la Presidencia Municipal de Acapulco.
Lo que no se dice es si las mediciones incluyen al secretario de Turismo, Ernesto Rodríguez Escalona, o incluso a algunos sin partido como el empresario Jacko Badillo que ha volteado a ver al PRI ahora que quitó el candado de la militancia para ser candidato, y quien ya trae un ofrecimiento de Nueva Alianza.
En el PRD no hay cabeza visible, el alto nivel de 80 por ciento de rechazo a Evodio Velázquez, según encuestas encargadas por varios aspirantes, lo hizo desistir de la reelección y comenzar a hacer campaña por el estado en la búsqueda de ser candidato a Senador, en lo cual su proyecto chocará con su compañera de corriente Beatriz Mojica Morga.
Esta colisión sería evitable si alguno consiguiera ir por circunscripción, a lo cual Mojica tendría un mayor acceso por su posición de segunda al mando nacional de su partido, sin embargo, para ambos el Senado no es solamente la jugosa dieta que se gana en ese cargo, sino la posibilidad de moverse por todo el estado sin ninguna restricción legal, o sea, la posibilidad de hacer campaña para gobernador libremente durante tres años, y una campaña para Senador les da la oportunidad de iniciar el posicionamiento en las siete regiones de Guerrero desde ahora, ganen o pierdan.
Este conflicto de intereses políticos abre la puerta a otros que también quieren una curul en el Senado, pues al ser Beatriz y Evodio de la misma corriente, Nueva Mayoría no podría adjudicarse las dos fórmulas y una de éstas sería para algún prospecto de otro grupo político.
Pero en el caso de la joya de la corona, como se considera a Acapulco, el PRD no tiene prospectos.
Aunque el diputado David Jiménez Rumbo y el ex secretario de Desarrollo Social del Ayuntamiento Víctor Aguirre Alcaide han alzado la mano, la personalidad locuaz del primero no le ayuda en tiempos en que hay gran decepción con Evodio Velázquez a quien se considera muy poco serio e irresponsable; el triste paso del segundo por la administración pública, no sería lo óptimo para su partido.
De hecho en los partidos de izquierda el único que al parecer ya tomó la decisión de ir con el combativo diputado Ricardo Mejía Berdeja es Movimiento Ciudadano, pero falta la definición a nivel nacional para saber si ese partido irá solo, lo que ratificaría al legislador, o con Morena, o con el PRD y el PAN, con lo cual competiría con las opciones que éstos presenten en una eventual alianza.
Hay que subrayar que aun cuando Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido en su idea de no hacer ninguna alianza, en el MC todavía están a la expectativa de que la izquierda pudiera salir unida, lo cual sería el escenario más deseable incluso para la aspiración del dirigente de Morena.
En el partido de Obrador sobran aspirantes, el problema es cuál de ellos será capaz de abonar votos y no solamente colgarse del arrastre del candidato presidencial.
Una opción viable es la de Gabino Solano Ramírez, quien independientemente de su sólida formación académica como economista, con maestría y doctorado en Ciencia Política y Administración Pública, cuenta con trabajo territorial, es decir, conoce y hace la faena política. Habrá que ver cómo sale en la encuesta.