El Tijeretazo Político
Joaquín Bojorges
Hace un año, México se enfrentó a una serie de tragedias que dejaron en evidencia la vulnerabilidad y el sufrimiento de los migrantes que cruzan sus fronteras. Estas muertes, desapariciones y accidentes han dejado una marca indeleble en la conciencia colectiva y nos obligan a reflexionar sobre nuestras políticas, acciones y responsabilidades.
La Ruta Mortal
La frontera entre México y Estados Unidos se ha convertido en una de las más peligrosas para los migrantes. En 2022, se registraron "686 muertes y desapariciones" en esta ruta terrestre⁶. El sueño de una vida mejor se convierte en una pesadilla mortal para muchos.
El Incendio en Cd Juárez:
Hace un año, "40 migrantes murieron" en un incendio en una instalación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez⁷. Sus vidas se apagaron en un lugar donde deberían haber encontrado seguridad y protección.
Ahogamientos en Río Bravo: En septiembre de 2022, varios migrantes perdieron la vida al intentar cruzar el peligroso Río Bravo⁴. Las aguas que separan a dos países también se han convertido en un abismo mortal.
El Desafío de la Identificación: Muchos cadáveres de migrantes no son identificados. Los cruces fronterizos y las rutas migratorias están marcados por cuerpos sin nombre. ¿Cómo honramos su memoria y cómo prevenimos más tragedias?
Políticas y Responsabilidades:
México debe enfrentar estas realidades con valentía. La inversión en programas para desincentivar la migración es importante, pero también debemos garantizar la seguridad y la dignidad de quienes buscan una vida mejor. La cooperación internacional y la empatía son esenciales.
En este aniversario doloroso, recordemos a los migrantes que han perdido la vida y comprometámonos a construir un mundo donde la migración sea segura y justa para todos.