El escritor sufría.
Armando Fuentes Aguirre ’Catón’
Ninguna de sus obras había tenido éxito.
De su primera novela se vendieron 14 ejemplares, y 12 de la última. (Después el escritor se enteraría de que su madre los había comprado todos).
En alguna parte el escritor leyó que algunos de los mejores libros –el Quijote, por ejemplo- habían sido escritos en la cárcel.
Empezó entones a hacer cosas para ir a la prisión.
Le arrebató el bolso a una viejecita, pero nadie lo detuvo.
Rompió con una piedra el escaparate de una tienda. El juez pensó que se trataba de una protesta política y lo dejó libre de inmediato.
Insultó en la calle a un señor que se veía respetable y que resultó ser un truhan. Todos lo aplaudieron por haber tenido el valor de decirle sus verdades al sujeto.
El escritor no ha logrado que lo metan a la cárcel.
Sufre por eso.
Si usted tiene alguna autoridad, por favor llévelo a prisión.
No prive al mundo de una gran obra.
¡Hasta mañana!...
Armando Fuentes Aguirre