Necesaria la limpieza en el espacio

Las personas se preocupan por la basura acumulada en las ciudades o en el mar, lo cual de ninguna forma resulta criticable pero también deberían considerar que existe otro sitio donde también resulta necesaria la limpieza en otro sitio poco usual: el espacio.
Desde que en 1957 la entonces Unión Soviética lanzó el primer satélite al espacio, se ha acumulado una gran cantidad de desechos, desde satélites obsoletos, restos de cohetes propulsores y de paneles solares, hasta simples tuercas y tornillos, todos ellos orbitan a cientos de kilómetros de altura de la tierra y se trasladan a velocidades de hasta 28 mil kilómetros por hora, lo cual resulta un riesgo cada vez más alto para las futuras misiones espaciales.
Ante ello la Agencia Espacial Europea es la primera en desarrollar una misión de limpieza, por lo que desde octubre pasado encargó a una empresa emergente suiza, bautizada apropiadamente como ClearSpace el diseño del primer aparato para ese fin que la Unión Europea espera lanzar hacia 2025.
En las primeras imágenes digitales del proyecto, donde inicialmente participan Reino Unido, República Checa, Alemania, Polonia, Portugal, Rumanía, se ve cómo los grandes brazos robóticos del espectacular "satélite cazador" atrapará enormes trozos de chatarra orbital. En su primera misión, que podría llamarse ClearSpace 1, recogerá un fragmento de 100 kilos del cohete propulsor europeo Vega, desarrollado por Italia y lanzado en 2013, a 660 kilómetros de altura alrededor de la Tierra.
Tras 60 años de lanzamientos orbitales, con Clare Space se da el primer paso para la limpieza espacial a fin de evitar el llamado "síndrome de Kessler", bautizado en honor del experto de la NASA quien advirtió del hipotético riesgo de que la basura en órbita sería tanta que impactaría en algunos satélites en uso, éstos en otros y así sucesivamente.
SI bien hoy día los riesgos para astronautas y satélites aún son manejables, el crecimiento exponencial de los restos especiales puede generar condiciones de operación intolerables, mientras se procura evitar poner en órbita satélites a alturas relativamente bajas (de entre 100 y 600 kilómetros) por el alto nivel de chatarra ya existente.
En fin, es necesario extender los programas de limpieza fuera del planeta, pero mientras es recomendable que evitemos generar más basura en nuestros espacios donde vivimos, trabajamos o transitamos. De esa forma podremos tener un mejor nivel y calidad de vida quienes vivimos en la Tierra.