La obra nos muestra al personaje de Ana Müler (Ana Claudia Talancón), una mujer que después de separarse de su marido y con muy poco recursos, decide alquilar un departamento en las periferias de la ciudad, acompañada de su pequeña hija Isa (Camila Suárez), arriban hasta a un viejo edificio a punto de derruirse como una víctima de los terremotos que aquejan a la ciudad. Al entrar se encuentra con Damián (Luis Felipe Tovar y Rafael Perrín), el conserje del edificio y aparentemente el único habitante del mismo, Ana escucha las terribles condiciones en las que se encuentra el edificio pero debido a su escasa economía decide quedarse, eso sí, en el apartamento uno, ya que le teme a las alturas y además lo considera peligroso para su hija. Damián trata de ser amigable con Isa pero Ana le cuenta que la pequeña no habla desde que su padre se fue.
Encuentran el departamento en un estado deplorable con una antigua decoración japonesa, Ana intrigada pregunta por los antecedentes del lugar, pero Damián se limita a decir que mucha gente ha pasado por esas paredes. Así, Ana y su pequeña hija se instalan de forma precaria y tratan de llevar una vida normal, pero algo extraño ocurre en el departamento, Ana encuentra animales muertos, Isa escucha voces misteriosas que provienen del piso y mira objetos caerse sin razón.
Los sucesos extraños se van acrecentando de manera alarmante hasta que Ana remueve la alfombra bajo el piso y descubre que tiene un sótano, a partir de ese momento las vidas de las dos se convierten en un horror que se incrementa segundo a segundo, pareciera ser que abrieron la puerta hacia el infierno.
Producción: Omar Suárez, Edgar Méndez y César Perrín
Texto y dirección: Esteban Román
Elenco: Ana Claudia Talancón, Camila Suárez y Luis Felipe Tovar y Rafael Perrín, estos dos
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