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Pioneras en Política, Diplomacia y Educación

Pioneras en Política, Diplomacia y Educación
Política
Octubre 05, 2025 22:23 hrs.
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Jorge Herrera Valenzuela › tabloiderevista.com

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Una Mujer Dio El Grito en Dolores Hidalgo
*Impulsora de Brillantes Mujeres de Periodistas
*Rosa María Campos y su Estirpe Periodística

El hecho de que México tenga a su Primera Presidenta y a la mujer, hoy, se le abran las puertas en todos los sectores político-administrativos, es relevante, histórico y de alto significado a nivel mundial, con antecedentes muy importantes.


La llegada de una mujer, como responsable de la misión más importante en el País, marca la pauta de un gobierno con características especiales, en cuanto al formato de sus programas para el desarrollo de una nación que tiene más de 130 millones de habitantes.


Desde hace casi doscientos años, la mujer mexicana luchó, lucha y luchará por la Igualdad de Derechos.


Como escritoras, periodistas, aguerridas en el campo de batalla, en los tiempos de la Revolución Mexicana, combatientes en los diferentes ámbitos, incansables en los movimientos feministas, las mexicanas registran trascendentales obras con participaciones a veces hasta temerarias.


Carmen Serdán Alatriste no dudó en tomar las armas y enfrentarse a la policía, aquel 18 de noviembre de 1910. Fue el inicio de un levantamiento que prendió la llama revolucionaria.


Muchas mujeres están olvidadas y otras poco conocidas, a pesar de lo que realizaron y demostraron la capacidad para realizar lo mismo que hacen los hombres. Hasta octubre de 1953 lograron conquistar el derecho a ser candidatas a puestos de elección y a ejercer el voto. Seis años antes, se le dio el voto a nivel municipal.


Me congratuló de participar en los cursos que dirige el historiador y maestro Oscar González Azuela, porque tiene interés de dar a conocer a las heroínas y a las mujeres que hicieron historia, como la escritora Concha Lombardo, esposa de Miguel Miramón; las virreinas mexicanas, la veracruzana Francisca Xaviera de Echegaray y Bosio y la potosina María Francisca de la Gándara y Cardona.

Bien, el comentario periodístico está enfocado a dos mujeres que merecen el reconocimiento por la labor que hicieron en la política, la diplomacia y en los campos educativos.


PRIMERA EN GABINETE PRESIDENCIAL


A dos años de terminar el Siglo XIX nació, en Santander Jiménez, Tamaulipas, la hija de Vicente González Garcilazo y María Caballero Garza, a la que bautizaron con el nombre de Amalia. Era el 18 de agosto de 1898. Su curriculum es impresionante. Vivió 87 años.
Amalia González Caballero al contraer matrimonio con el intelectual y político nayarita Luis Castillo Ledón decidió usar solo los apellidos de él y así lo escribió la investigadora Olga Martha Peña Doria en la obra ’La Estela Literaria, Política y Social de Amalia de Castillo Ledón’.


La tamaulipeca fue maestra, escritora, feminista, activista por la igualdad de los derechos y diplomática. En la Escuela Normal de Ciudad Victoria culminó sus estudios al titularse como profesora y viajaría al entonces Distrito Federal para inscribirse en la UNAM para estudiar Filosofía y Letras.


Su afición a la música le llevó a ser alumna del Conservatorio de Música, donde aprendió a declamar y tuvo inicios en el arte teatral.


Doña Amalia en 1927 se casó y dedicó buen tiempo a su familia, sin dejar de consolidar sus inquietudes como activista. Se da tiempo para atender a sus tres hijos, Luis Antonio, Beatriz y Gabriela Castillo Ledón González.


En 1930 con el apoyo del Partido Nacional Revolucionario, PNR, Castillo Ledón fue electo gobernador y fundó el Instituto de Ciencias y Artes, del que será primer Rector el maestro Agustín Yáñez, literato, político y escritor como el gobernante nayarita.


Nuestra recordada tamaulipeca incursionó en el Partido de la Revolución Mexicana, fundado en 1939, y presidió el Sector Femenil, desde donde impulsó su campaña en pro de la igualdad de derechos cívicos y ciudadanos.


Cuando su marido es gobernador, doña Amalia obtiene el título honorario de Primera Dama de Nayarit y en los años sesenta el presidente Adolfo López Mateos la envía a Dolores Hidalgo, Guanajuato, para presidiera la ceremonia del Grito de Independencia y se convierte en la única mujer que ha tenido ese honor.


Habrá de asentarse en su biografía que el presidente López Mateos la nombró Subsecretaria de Educación y la señora Castillo Ledón fue la primera dama en un gabinete presidencial. El titular de la SEP, don Jaime Torres Bodet.


REALIZÓ TAREA HUMANITARIA


Destaca la importante obra que, con sentido humanitario, llevó a cabo doña Amalia, empezando por crear la Escuela Héroes de Celaya, en Azcapotzalco, Distrito Federal, además de dar asilo a las hijas de las mujeres que por diversos motivos perdieron su libertad, estaban presas, cumplían una sentencia.


Años más tarde, junto con los doctores Ignacio Chávez Sánchez y Aquilino Villanueva, fundó la Asociación Nacional de Protección a la Infancia. Ejecutó un programa social para los habitantes de colonias y barrios de la zona urbana. Improvisó funciones de teatro al aire libre.


Se dio a cuidar de la niñez y creó las guarderías, hoy llamadas estancias infantiles, en los mercados, para apoyar a las madres de familia.


Escribió varias obras que fueron escenificadas en teatros. Entre ellas se recuerda ’Cuando las Hojas Caen’ referida a un tema que, en 1929, era tabú social: el divorcio de matrimonial.


DIPLOMÁTICA Y CONFERENCISTA


El presidente Adolfo Ruiz Cortines la nombró en 1953 Ministra Plenipotencia de México y Embajadora en Suecia.


Primera Embajadora Mexicana


Después su labor diplomática continuó, como embajadora, en Suiza, Finlandia y Austria.
Doña Amalia estuvo como representante en la Organización de Naciones Unidas, en 1945, en San Francisco, California, acompañada por doña Adela Formoso de Obregón Santacilia.


En el gobierno del presidente Miguel Alemán, éste la designó para encabezar la misión diplomática ante la Organización de Estados Americanos, hoy la combatida OEA.


Fundó, participó y dirigió muchas organizaciones feministas y era invitada a impartir conferencias en la República Mexicana, Estados Unidos, Cuba, Argentina, Paraguay y Guatemala.


Murió el 3 de junio de 1986. Inicialmente sus restos quedaron en el Rotonda de Personas Ilustres en Tamaulipas y, posteriormente, en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores, Ciudad de México.


DOÑA ADELA, ESCRITORA Y ACTIVISTA


En los primeros años de la década de los 40, una inquieta capitalina que nació en los albores del siglo pasado y en 1917, a los 12 años de edad mostró su afición por el canto y la música, integrándose a un grupo durante tres años. A los 21 se reunió con Luis G. Solana y fundaron una Orquesta Femenina.


Me refiero a doña Adela Juana Formoso Ferrer, quien fue muy estimada y conocida como Adela Formoso de Obregón Santacilia, activista en la lucha y defensa de los derechos de la mujer y creadora de instituciones para servicio social, como la Asociación para Evitar la Ceguera y el Centro de Débiles Visuales.


La hija de Joaquín Formoso Paadin y Adela Ferrer Martí, era una mujer muy sensible a los problemas sociales y en 1948 fundó la Asociación Pro Nutrición Infantil. Organizó el Comité Mexicano Pro Niños Desvalidos. También fue la iniciadora de la Asociación Protectora de Animales.


En sus tareas como activista la nombraron presidenta de la Federación de Mujeres de las Américas. Recibió la Medalla Magdalena Mondragón (mi compañera en el diario La Prensa) por su carrera como periodista y diplomática. La reina Juliana de Holanda, le otorgó la Orden de Orange-Nassau por su labor social.


LA UNIVERSIDAD FEMENINA


Doña Adela dedicó parte de su vida a escribir, entre 1933 y 1939, con temas de carácter social, publicó seis libros y entre ellos el titulado ’La Mujer Mexicana en la Organización Social del País’. Incursionó en el periodismo, además de tareas diplomáticas.


En 1945, junto con doña Amalia González Caballero de Castillo Ledón, representó a México en la asamblea de la ONU en San Francisco, California. Promovió la creación de Universidades Femeninas en Guadalajara, en Veracruz y en Acapulco.


Para el año 1943 cristalizó uno de sus más grandes sueños, fundar la Universidad Femenina de México, contando con el reconocimiento de la Rectoría de la UNAM. Estaba ubicada frente a las Rejas de Chapultepec, sobre la Avenida Constituyentes, al Sur de los terrenos de la residencia presidencial de Los Pinos.


Entre las licenciaturas estaba la de Periodismo. En ese entonces, recuerdo que ya la Universidad Veracruzana impartía esa carrera. La Escuela Carlos Septién García comenzó en el año de 1949, pero con ese nombre hasta 1954.


Figuraron entre los profesores, don Manuel Becerra Acosta padre, de Excélsior; el chiapaneco Armando Arévalo Macías, del diario Novedades y Alejandro Sáenz de Miera, de la dinastía de Antonio ’El Charro’ Sáenz de Miera, periodista poblano.


Para la esposa de Carlos Obregón Santacilia, pionero de la arquitectura moderna mexicana, hubo reconocimientos y homenajes por su altruista labor y el impulso a la educación universitaria.


El arquitecto es recordado por la construcción del Centro Educativo Benito Juárez, en la calle de Jalapa, Colonia Roma. Ahí estudiaron la primaria José López Portillo, Arturo ’El Negro’ Durazo, el detective Jorge Obregón Lima y el ingeniero Bernardo Quintana.


La Universidad Femenina de México tuvo entre sus alumnas a destacadas diaristas mexicanas: Noemí Atamos Z. y Ana Cecilia ’Bambi’ Treviño, creadoras de un estilo periodístico muy de ellas. Transformaron la Sección de Sociales en la Página B, sin dejar las notas sociales, publicaban entrevistas con personajes de distintos ambientes, reportajes especiales y la coordinación era de Noemí, quien el pasado día 1 de este mes cumplió un año de abandonar este mundo.


La columnista Yolanda Cabello, hizo historia en El Universal.


También egresaron de la UFM, la recordada Meche Aguilar, la indiscutible María Idalia García, Bertha Hidalgo que estuvo en Excélsior y escribió un libro sobre sus vivencias universitarias, así como María Elena Alba, Enriqueta Calderón, María de la Luz Castelao y Lilia Báez.


Mi queridísima Rosa María Campos Gutiérrez, estrella del diarismo y reconocida publirrelacionista, se tituló en la UFM. Esposa del columnista Alfredo Lamont y mamá de Federico y Paty Lamont, ambos periodistas.


Rosita probó las mieles de la diputación federal y de la legislatura veracruzana. Radica en Coatepec, Veracruz, dedica tiempo a escribir y a dar clases de yoga.


Reportera y columnista en el diario Ovaciones, cuando el director del vespertino era mi estimado colega Abraham Mohamed Zamilpa.


Fue del equipo de Jacobo Zabludowski, en el noticiero 24 Horas.


Manejó prensa en las campañas de Rafael Hernández Ochoa, para gobernador de Veracruz y representó, en tarea reporteril, a su natal jarochilandia en la campaña electoral del candidato José López Portillo.


*Fotografía de Amalia González Caballero, Embajadora.


jherrerav@live.com.mx

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