El refranero

Salir de Guatemala para entrar a Guatepeor

Salir de Guatemala para entrar a Guatepeor
Política
Marzo 22, 2021 21:34 hrs.
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Rocío Ayala › tabloiderevista.com

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Para los miles de migrantes que se ven llegar por la frontera sur de nuestro país, un grupo de escasas 60 personas, resulta menos que significativo para una manifestación donde en las pancartas más que pliegos petitorios, resaltan los países de origen de los migrantes, ¡hasta parece mandada a hacer! Me refiero a la manifestación pacífica que hoy domingo 21 de marzo de 2020, alertó a las autoridades fronterizas del país vecino del norte.

Escuchar cantos religiosos en lugar de consignas, donde la premisa es exigir que el presidente Joe Biden los reciba y, además conceda entrada a suelo norteamericano con todas las garantías de casa, vestido y sustento, definitivamente no suena convincente. Al menos no para los aproximadamente 100 mil 441 migrantes contabilizados hasta el mes pasado, según lo reportado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP); por citar un ejemplo, o bien, los 100 a 150 migrantes deportados que ingresan a México por la garita de Otay, con procedencia de Nuevo Laredo.

En Tijuana se cuentan por cientos los migrantes hacinados en albergues improvisados con pequeñas tiendas de campaña, sin las mínimas condiciones para vivir, no hay baños ni áreas para comer y los problemas de salud, ya se hicieron visibles, profundizando los estragos de la pandemia por covid-19.

Estas familias, aseguran haber escuchado que el presidente Biden recibirá a quien solicite el asilo, y con pesar, observan como algunos de sus paisanos logran cruzar sin problema. El lado B de esta situación, es que son personas que han esperado hasta dos años en recibir una respuesta tras haberse registrados en el MPP (por sus siglas en inglés, Programa de Protección a Migrantes). Personas que, en su momento, fueron deportados a México para esperar su acceso a los Estados Unidos.

Llama la atención que, no haya quien se dé cuenta que eso del ‘sueño americano’ es mera utopía. Hay que ser demasiado iluso para suponer que una vez del otro lado, los van a recibir con los brazos abiertos, o que en cosa de nada les van a proporcionar casa vestido y sustento y que hay muchas vacantes para ellos. Esto raya en lo absurdo, no funciona de esa manera, ni para los propios estadounidenses es así de fácil la vida. Ser ciudadano norteamericano puede, y de hecho así es, tener sus ventajas, tal y como las tiene cualquier ciudadano en su país de origen.

Pensemos por un momento en visitar cualquier país del mundo, salvo que el viaje sea como turista, se podrá "gozar" de ciertos privilegios, pero cuesta dinero, o sea, los gobiernos no saltan de gusto por tener extranjeros como visita y les brindan todo sin costo alguno, no funciona así. Desafortunadamente, el tema de migración, ha tomado hoy día, un rumbo totalmente distinto en los últimos 50 años, por ejemplo, o con escenarios de guerra y sistemas dictatoriales extremistas donde los refugiados buscaban asilo político en otros países.

Hoy día, tal parece cosa de cargar mochila al hombro y salir del país a buscar "mejor suerte", y con la idea de que el sueño americano es la respuesta y solvencia de todas las carencias; sin considerar el hecho de que, quienes huyen de la violencia que hay en países como Honduras y Colombia, una vez logran cruzar a lado norteamericano, son deportados a ciudades de alta peligrosidad como Ciudad Juárez, dijera el refrán ’salen de Guatemala y entran a Guatepeor’. Desde luego, son riesgos imperceptibles debido a las condiciones de pobreza extrema conjugadas con políticas públicas clientelares.

Es decir, difícilmente se advierte el peligro que implica llegar a un lugar lejano y permanecer en condiciones de vida infrahumanas, hasta la posibilidad de perder la vida.

EL QUE TIENE MÁS SALIBA, COME MÁS PINOLE
La contienda electoral en curso, inició con varias peculiaridades y un escenario de suspenso de alto impacto, parecido a los cardiacos juegos de balompié donde rebaños sagrados, cementeros o ’aves reales’, por decir algo, se juegan la vida en partidos de 90 minutos.

Aquí, en las canchas de la política, hay dos tipos de partidos, las instituciones políticas y las partidas de madre (léase arduo trabajo) de las bases, sea del color que sea el ’jersey’. Desde luego, eso es cosa harto común de cada contienda electoral. Sea pues, dichas variantes, superan en mucho a las malas mañas de siempre, digo, a las prácticas estratégicas de siempre; está vez, se trata de métodos infalibles para que la farándula política se salga con la suya.

La primera es la reelección, obtenida a través de una serie de reformas a la Ley General de Instituciones y Procesos Electorales (LEGIPE), ciertamente, un proyecto que en 2014 quedó en un ’veremos quién es el guapo que se avienta el tiro de reglamentar e instrumentar dicha reforma’, audacia de la que se vanagloria la horda morenista como sinónimo de ’continuidad’.

Reelección, repudiada práctica por la que, allá por 1910 Francisco Ignacio Madero luchó por abolir hasta derrocar y erradicar la época dictatorial de don Porfirio Díaz. Quién diría que ese legado de -sufragio efectivo no reelección-, se lo pasarían por el arco del triunfo, aquellos que se dicen libertadores, cuya bandera es el juarismo y la 4T, y su máximo exponente elitista, duerme en Palacio Nacional.

La segunda es la resaca del 2018, que de acuerdo a la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales (LIPE), en su artículo 11 dice que ’ninguna persona podrá ser registrada como candidata a distintos cargos de elección popular en el mismo proceso electoral, pero no impide que se registren por dos vías para un mismo cargo’, es decir, si usted alguna vez escuchó decir aquello de ’como no ganó la presidencia municipal, se la dieron de diputado, o como no ganó la gubernatura le dieron una senaduría’, pues no, tiene que ver más con esa ambigüedad en dicha Ley, un tema que el INE no ha tenido a bien dar santo y seña de cómo es y cómo funciona, pues a la hora de buscar la información precisa, la petición es canalizada al OPL correspondiente, ¿¿??

Justo así me quedé, bueno se refiere a los Organismos Públicos Locales del Instituto Nacional Electoral en cada Estado de la República Mexicana. Bueno y de ahí es el cuento de nunca acabar, es como marcar el ’cero, cero, cero, cero hasta que se hinche el dedo’.

En calidad de mientras, dicen las malas lenguas, que hay quien tiene candidatura tanto para una presidencia municipal, como para una diputación, ya sea local o federal. Total, como dijera Francesco Petrarca –’todo el mal que puede desplegarse en el mundo, se esconde en un nido de traidores’ y el gran Tolstoi advirtió –’no se puede ser la mitad de bueno’. O lo que es lo mismo, ’el que tiene más saliva, come más pinole’.

GOOOOOOOOOOOLAZO
Siguiendo con la temática del deporte que pone los pelos de punta, quien se apuntó ‘un 10’ fue el Juez Segundo de Distrito en Materia Administrativa Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Tele comunicaciones, con residencia en la Ciudad de México y Jurisdicción en toda la República Mexicana, Juan Pablo Gómez Fierro, para servir a Dios (no al mesías oriundo de Macuspana) y al pueblo de México.

Y es que luego de analizar lo lioso de la Ley de la Industria Energética (LIE), destacó el revés que el Juez Gómez Fierro le dio al presidente López Obrador, dijeran personas de-botas, ’¡fierro pariente!’, hasta que salió quien le rezonga a ’ya saben quién’. Total, que ya entrados en la jugada nuevamente se polariza la opinión pública, entre las ‘fake news’ que ululan a través de yutubers e influencers defensores de AMLO y desde luego, gracias al prócer de la energía eléctrica en nuestro país, Manuel Bartlett.

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA
El tema de las vacunas está más manoseado que nada, la única certeza del programa de vacunación, es que se está llevando a cabo convenientemente durante un periodo electoral y ciertamente no sólo en México, también está pasando en otras latitudes como Escocia, donde luego de la entrada en vigor del ‘brexit’, se plantea un esquema de regreso a la normalidad de acuerdo a un programa de vacunación, con unas elecciones en puerta, para el mes de mayo que viene.

Las complejidades y especulaciones en torno a la efectividad de la vacuna, que si alcanzará para todos o no, que si hay tráfico de influencias para la aplicación de la misma, que si la diplomacia de Biden en torno a los migrantes es directamente proporcional al número de vacunas que tiene contemplado donar a nuestro país, son cosas que no importa que nos paremos de pestañas, son temas y amarres políticos que únicamente la cúpula conoce a cabalidad.

El tema que si debería causar escozor es la docilidad de la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública, que sin tomar en cuenta que la inmunización apenas va despegando en nuestro país y que los maestros, expertos en el campo de la docencia le piden encarecidamente, reconsidere el tema del regreso a clases presenciales, ella, la profesora Delfina Gómez Álvarez, aplica eso de ’que sea lo que Dios quiera’, literal. Declaraciones como –’no voy a contradecir al presidente, voy a hacer lo que él diga, no se puede tener todo’, en definitiva, no tiene otra connotación.

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