Como una problemática que cada vez crece más en Guerrero, así definió la especialista en inteligencia emocional, Azucena Salazar Pineda, la violencia de género, la cual comentó se ha arraigado tanto en la sociedad, que las mismas féminas no se dan cuenta que sufren algún tipo de agresión, y en algunos casos, hasta la justifican.
Entrevistada en un restaurante, la terapeuta comentó que para erradicar dicho mal es necesaria la voluntad no sólo de los funcionarios públicos o políticos, sino de todos los sectores sociales que buscan acabar con los feminicidios y que la alerta de género se haga efectiva en la entidad para resolver los casos y prevenir nuevos hechos.
’Las mujeres no se dan cuentan de que sufren violencia. Lo digo porque yo misma la he sufrido y como lo tenemos tan arraigado en nuestra cultura y educación creemos que es normal, pero la realidad es que permitir una simple palabra lastimera o agresión física, no sólo nos dañamos a nosotras mismas sino a toda una sociedad’, señaló.
Comentó que hay desinterés de los que nos gobiernan sobre la alerta de género, ya que ni siquiera lo tienen previsto en su discurso, por lo que utilizan políticas públicas erróneas que no sólo agravan el problema, sino que no permite crear soluciones contundentes y definitivas.
’Hay una metáfora que me gusta retomar de dos hombres que se encuentran en la cuenca de un río, cuando de repente un niño llega ahogándose y uno de ellos lo salva. En seguida viene otro y se vuelve a meter al agua, pero al ver el tercero, uno de los dos se retira y camina río arriba para saber qué es lo que ocurre, por qué los menores caen al río y así evitar que suceda’, explicó.
Argumentó que la violencia contra las mujeres es tan habitual porque hay una falta de habilidad por parte de las mismas para detectar que son ultrajadas, debido a múltiples factores, ya sean económicos, sociales o simplemente por preservar patrones ancestrales que impiden observar que es dañada en su dignidad y en su calidad vida como ser humano.
"Hay dos paradigmas que mueven el mundo; el miedo y el amor, miedo a ser abandonados, y el amor, cuyo significado está muy distorsionado pero que quiere decir, sentirse en paz, fuerte y con la certeza de que cualquier dificultad se puede superar para cumplir cualquier objetivo’, finalizó.
