Terremotos politicoídes

Uf, uf y recontra uf. Literal: Nos ha llovido en nuestras tenochcas milpitas, vía titipuchal de lluvias que han traído tormentas tropicaloides, ciclones y gachos huracanes que se han agandallado gachamente en tierras pozoleras rovocando torrenciales lluvias en tierra caliente y enseguidita, para estar acorde al mes patrio que está en curso, nos ponen a cantar aquella estrofa del himno nacional ‘’Y retiemble en sus centros la tierra’’ aplicándonos la tremebunda sacudida de tierra, que cobro varias víctimas en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, amén de las pérdidas materiales que fueron cuantiosas.

Ay, ay, ay, ay, canta y no llores, dice la canción de Cielito Lindo….arajo hermanito chulo, ¡Y cómo no llorar! No solamente con las desgracias naturales que estamos sufriendo, sino con los terremotos politcoides que se avecinan. Arajo, arajo y más arajo. Neta, que hay cada politicoide tan incongruente y zurumbaco, pero sobre todo acomodaticios y convenenciero, que les vale ‘’máiz paloma’’ los principios partidistas, ellos va tras lo suyo, sea chuleta o bistec. Aunque si los dejan se agarran el cuche o la vaca completos.

Ora sí que ‘’éramos muchos y parió la abuela’’… o creo que es mejor sacar a relucir aquella célebre frase de Octavio Paz ‘’’Tamos jodidos todos ustedes’’. La cultura partidista está sufriendo gachísimos descalabros, cero congruencia y de fidelidad partidista mejor no hablamos.

Peje haciendo lo que más ha criticado a ‘’la mafia del poder’’ aplicando ‘’dedito’’ mandón. Por sus trucitas, impuso a Claudita Sheinbaum, dejando al ex gober zacatecano, don Ricardito Monreal con un palmo de narices, cuando el actual delgado de Cuauhtémoc juraba ante un altar que él era el efec para

ser coordinador de organización de MORENA, y luego candidato a gobernar la ciudad capirucha. (Pero, oh pellizquesion, le salió vana la nuez).

En otro tenor, sigue la desbandada radiactiva en los perredianos lares….a los izquierdosos se les sigue yendo la cucha pal monte agarrando ídem recientemente, Dolores Padierna y su maridito liguero, René Bejarano. Boquetitos amarillosos que amenazan en convertirse en semejantes socavones. Temblorcitos partidistas que amenazan en convertirse, conforme avance el proceso electoral que ya arranca, en terremotos politicoides. ¡Uf, uf y recontra uf!